Osama Hajajra, un adolescente palestino de 15 años, fue detenido por militares israelíes cuando participaba en una protesta en Tekoa, una aldea de Cisjordania. Los soldados lo consideraron sospechoso de haberles tirado piedras. Poco después, con las manos esposadas en la espalda y los ojos tapados, el adolescente intentó huir. En respuesta, uno de los militares le disparó en la pierna, y cuando cayó al suelo varios más les apuntaron a las personas que intentaron acercarse a socorrerlo. Finalmente, otros manifestantes palestinos lograron llevarse al adolescente para que recibiera atención médica.

Sucedió el jueves, pero recién ayer se conoció el caso en todo el mundo, cuando periódicos israelíes, entre ellos Haaretz, publicaron imágenes de lo ocurrido, que fueron registradas por dos personas. La organización social B’Tselem, militante por los derechos humanos, denunció lo ocurrido como un ejemplo de agresión injustificada por parte de los soldados del Ejército de Israel.