Onyx Lorenzoni, el ministro de Presidencia del gobierno de Jair Bolsonaro, ofreció partidas parlamentarias extras equivalentes a 40 millones de reales –cerca de diez millones de dólares– a cada diputado federal que vote a favor de la reforma de la previsión social, una de las principales iniciativas económicas de la actual administración. Se trata de partidas a las que cada diputado accede por año con la finalidad de realizar obras e inversiones en infraestructura en el distrito electoral por el cual fue electo.

Según reveló el diario Folha de São Paulo, Lorenzoni y los legisladores de varios partidos de centro y de derecha se reunieron en la casa de Rodrigo Maia, el presidente de la Cámara de Diputados brasileña, integrante del partido derechista Demócratas, al que también pertenece Lorenzoni. La información fue confirmada al periódico brasileño por líderes de cinco partidos y también por diputados pertenecientes a Demócratas, al Partido Progresista, al Social Democrático, al de la República, al Republicano Brasileño y al bloque Solidaridad. Los políticos pidieron a Folha que no publicara sus nombres.

Lorenzoni no especificó de dónde provendrían esos recursos, señaló el periódico. La cifra que ofreció a los diputados representa un aumento de 65% de los 15 millones de reales (unos 3.700.000 dólares) en partidas parlamentarias. Con esos recursos extras, los diputados que los reciban –que se supone que serán la mayoría– podrán contar en total, hasta el final de su mandato, en 2022, con una cifra aproximada a 6.200.000 dólares.

Varios diputados del Partido de los Trabajadores (PT) citados por la revista Fórum calificaron de una “vergüenza” la decisión del gobierno de ofrecer dinero a cambio de votos. “Es la nueva política que ellos quieren hacer apelando a métodos muy viejos, a la compra de votos descarada”, afirmó Carlos Zarattini, diputado petista por el estado de San Pablo. Por su parte, el líder del PT en la Cámara de Diputados, el legislador gaúcho Paulo Pimenta, afirmó que “solamente alguien muy tonto podría imaginar que Onyx Lorenzoni y Jair Bolsonaro pudieran hacer algo diferente de esto”.

En la noche del martes, la sesión en la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara de Diputados se prolongó por más de ocho horas e incluyó un arduo debate entre los partidarios de la reforma y los partidos de izquierda, que la rechazan. La comisión aprobó con 48 votos a favor y 18 en contra la admisión del proyecto de ley.

El acuerdo entre el gobierno, los partidos de derecha y los de centro molestó mucho a los integrantes opositores de la comisión, que pretendían conocer la totalidad de los datos sobre los alcances de la reforma y no una versión parcial, como la que fue puesta a consideración. El diputado Henrique Fontana, representante del PT del estado de Rio Grande do Sul, comparó la aprobación del texto en la comisión sin conocer la información completa con “firmar un contrato sin leerlo previamente”.

También el líder de la oposición, Alessandro Molon, representante del Partido Socialista Brasileño, había reclamado la divulgación de los datos de la reforma. A su entender, el ministro de Economía, Paulo Guedes, actúa de mala fe al no presentarlos ante el Congreso. “Si todo lo que dicen es verdad, ¿por qué el gobierno insiste en esconder la información?”, se preguntó.

El gasto de Brasil en seguridad social es uno de los más altos del mundo, y con la implementación de esta reforma, el gobierno pretende ahorrar aproximadamente 255.000 millones de dólares durante los próximos diez años. Organizaciones sindicales y partidos de izquierda rechazan esta iniciativa y consideran que perjudica a los trabajadores.

Luego de recibir el visto bueno de la comisión, el texto pasará a consideración de una comisión especial, antes de llegar al pleno de la Cámara de Diputados. En esa instancia necesitará al menos 308 votos en dos rondas de votación para que pueda ser aprobado y pasar al Senado.

Se perdieron 43.000 puestos de trabajo en marzo en Brasil

De acuerdo con datos difundidos ayer en Brasilia por el Registro General de Empleados y Desempleados de la Secretaría de Trabajo del Ministerio de Economía, el mercado de trabajo formal en Brasil registró un saldo negativo de 43.196 puestos en marzo; durante ese mes fueron registradas 1.216.177 altas y 1.304.373 despidos.

La mayor caída se registró en el sector comercio, que presentó una disminución de 28.803 empleos, seguido de la producción agropecuaria (9.545) y construcción civil (7.781). En cambio, durante marzo tuvieron resultados positivos los sectores servicios (aumento de 4.572), la administración pública (1.575) y la extracción de minerales (528).

Los estados que peores resultados tuvieron durante marzo fueron Alagoas, donde se perdieron 9.636 empleos, San Pablo (8.007), Río de Janeiro (6.986), Pernambuco (6.286) y Ceará (4.638).