La escalada de tensión de las últimas semanas entre el gobierno de Ecuador y el fundador de la organización Wikileaks, Julian Assange, llegó a su punto más alto este jueves, cuando Quito le retiró el asilo político que le otorgó en 2012, y que le permitió al activista refugiarse desde entonces en la embajada ecuatoriana en Londres. Un rato después, la Policía Metropolitana británica ingresó en la sede diplomática –con la autorización de los funcionarios ecuatorianos– y se lo llevó detenido.

Inicialmente, la Policía británica dijo en un comunicado que el arresto fue ordenado por la Corte de Magistrados de Westminster el 29 de junio de 2012, cuando el activista decidió no presentarse ante la Justicia para responder por los delitos de agresión sexual de los que se lo acusaba en Suecia. Sin embargo, cuando llegó a la comisaría, le comunicaron que también estaba detenido en respuesta a una petición de extradición de Estados Unidos. “Assange está en custodia policial y comparecerá ante la Corte de Magistrados de Westminster lo antes posible”, afirma el texto.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos ahondó más tarde en las razones para pedir la extradición. En un comunicado, la cartera explicó que Assange es acusado de “conspiración para infiltrarse” en sistemas informáticos del gobierno con el objetivo de acceder a información clasificada. La nota detalla que el activista australiano pudo acceder a esos datos en marzo de 2010 gracias a la colaboración de la entonces analista de inteligencia estadounidense Chelsea Manning. De esta manera, fue posible la divulgación en la página web de Wikileaks de más de 700.000 documentos clasificados como secretos sobre las guerras de Irak y Afganistán. Por el delito de conspiración, Assange se enfrenta a una pena de hasta cinco años de cárcel en Estados Unidos.

El activista prestó declaración poco después de ser arrestado ante la Corte de Magistrados de Westminster y deberá volver a presentarse el 2 de mayo, día en el que está previsto que participe por videoconferencia desde la prisión. El juez a cargo afirmó que Estados Unidos tiene plazo hasta el 12 de junio para entregar a Reino Unido la documentación que respalde su petición de extradición.

Por otro lado, el proceso para juzgarlo por haber roto los términos de su libertad condicional al no presentarse ante la Justicia en junio de 2012 fue más rápido: otro juez británico ya lo declaró culpable. Argumentó que sus abogados defensores no habían presentado ninguna “excusa razonable” que justifique su falta ante el tribunal. Por este cargo, Assange podría enfrentarse a una pena de hasta 12 meses de prisión en Reino Unido. Las autoridades informaron ayer que el fundador de Wikileaks permanecerá bajo custodia y recibirá su sentencia definitiva en una fecha por determinar en la Corte de la Corona de Southwark en Londres.

El arresto de Assange generó el rechazo de gobernantes, líderes políticos y organizaciones civiles, que también apuntaron contra el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, por retirarle el asilo político. El gobernante ecuatoriano defendió ayer su decisión en un video transmitido por cadena nacional: “La conducta irrespetuosa y agresiva del señor Julian Assange, las declaraciones descorteses y amenazantes de su organización aliada, en contra del Ecuador, y, sobre todo, la transgresión a los convenios internacionales, han llevado la situación a un punto en que el asilo del señor Assange es insostenible e inviable”. Agregó que su país ha cumplido con sus obligaciones en el marco del derecho internacional pero el australiano “violó reiteradamente disposiciones expresas de las convenciones sobre asilo diplomático de La Habana y de Caracas”.