Siguiendo con las políticas que ya implementan otros países asiáticos, la ministra de Medio Ambiente de Malasia, Yeo Bee Yin, anunció ayer que se devolverán 3.000 toneladas de basura de plástico a sus países de origen. De acuerdo con la agencia de noticias Reuters, el año pasado Malasia fue el principal destino de la basura de plástico en el mundo después de que China prohibiera su importación, lo que desvió el flujo de más de siete millones de toneladas de desechos hacia otros países.

Fue por esta razón que las fábricas de reciclaje se multiplicaron en Malasia, y muchas de ellas operan sin el control debido, lo que motivó que numerosas comunidades locales presentaran quejas sobre distintos problemas vinculados con el medioambiente. Los plásticos que no pueden reciclarse se queman, liberando agentes tóxicos a la atmósfera o terminan en vertederos locales contaminando la tierra y los acuíferos.

La ministra dijo que los ciudadanos de los países occidentales no son conscientes de la cantidad de basura que generan y creen que se recicla, cuando en realidad se envía a otros lugares donde causa daños ambientales. Durante una inspección en el puerto de Klang, situado en las afueras de la capital, Kuala Lumpur, la jerarca anunció la devolución de 60 contenedores que llegaron a Malasia de manera ilegal con 3.000 toneladas de basura de plástico. El gobierno de Malasia ya identificó a 14 países de origen de estos desechos, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Canadá.