El Sindicato Único del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (SUINAU), que abarca a los trabajadores del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (INISA), emitió ayer un comunicado en el que condena “enfáticamente la medicalización de adolescentes sin prescripción y sin consentimiento”. Los trabajadores la califican de “una práctica abusiva contraria a derechos”.

El jueves 23, el director del Centro de Máxima Contención (CMC) del INISA tomó un vaso de jugo que había sido preparado para los adolescentes la noche anterior. Luego de descomponerse, el director fue trasladado a un centro de salud privado. El resultado de los chequeos arrojó que el jugo que había ingerido tenía diazepam. Este fármaco iba a ser proporcionado a los adolescentes sin su consentimiento.

El comunicado difundido ayer por el sindicato dice que “los hechos que se denunciaron son graves”, ya que pusieron en “riesgo la integridad física” del director y de todas las personas que pertenecen al centro. Pero señalan que aun más grave es que el hecho sucediera “en un centro de atención a jóvenes que están dentro de un sistema buscando protección e inclusión social”. El sindicato puntualiza que se trata de un “hecho episódico puntual, que no es recurrente ni habitual”.

José Lorenzo López, presidente del SUINAU, dijo a la diaria que el sindicato no tiene conocimiento de otro episodio similar, ya que “normalmente la medicación es por prescripción médica y la suministra el personal de salud de los centros. De ninguna manera se suministra en alimentos”, afirmó. Sostuvo que de haber tenido información previa, “lo hubiésemos denunciado”, porque es “grave en todo sentido, para los funcionarios, para los gurises. Es una situación totalmente irregular que no se puede acepar de ninguna manera”.

Las autoridades iniciaron una investigación de urgencia y, una vez culminada, evalúan presentar “inmediatamente” una denuncia ante la Fiscalía Penal de Turno. En un comunicado publicado ayer, el organismo niega la información “difundida sobre la medicalización generalizada sin control médico, sin conocimiento y sin consentimiento de parte de los adolescentes como práctica cotidiana”. De todos modos, sostiene que este hecho “determinará las acciones disciplinarias que puedan corresponder, además de las acciones penales ya aludidas”.

También se refirió a este episodio la presidenta del INISA, Gabriela Fulco, en diálogo con Radio Uruguay. Sostuvo que se trata de una “acción delictiva grave que se está investigando y se llegará a el o los responsables”. “La investigación de urgencia comenzó al tomar conocimiento de los hechos y el directorio accionará –como siempre lo hemos hecho– ante cualquier circunstancia que atente contra la salud y los derechos de los adolescentes”, dijo la jerarca.