La gran presión ejercida por parte de influyentes medios rusos, de la sociedad civil y también de organismos internacionales, logró que ayer las autoridades rusas retiraran todos los cargos presentados contra el periodista de investigación Iván Golunov, de 36 años de edad, quien había sido detenido el jueves en circunstancias no del todo claras, acusado de tráfico de drogas.

Según informó este martes durante una conferencia de prensa el ministro del Interior, Vladimir Kolokoltsev, la decisión se tomó debido a la falta de pruebas que sustentaran los cargos, que fueron vistos por buena parte de la sociedad rusa como un intento de amedrentar a este periodista, quien trabaja para el portal Meduza –que tiene su sede en Letonia, pero que cubre básicamente información local rusa–, que ha hecho varias investigaciones sobre los vínculos entre mafiosos, autoridades y servicios de seguridad en el manejo del negocio de las funerarias de Moscú.

Kolokoltsev dijo además que le pediría al presidenteVladimir Putin la destitución de Andrei Puchkov, jefe de la Policía del oeste de Moscú, área de la capital rusa en la que se detuvo a Golunov, y también de Yuri Devyatkin, jefe del departamento antinarcóticos de la ciudad.

Tras ser detenido el jueves, los policías que arrestaron a Golunov aseguraron que encontraron en su mochila y posteriormente en su apartamento cocaína, la droga sintética mefedrona y balanzas de precisión para pesar narcóticos. Todo esto fue negado enfáticamente por el periodista, quien aseguró que fueron los propios policías quienes le “plantaron” las drogas para incriminarlo. Golunov además manifestó haber sido agredido durante su detención y agregó que sólo se le permitió llamar a un abogado 60 horas después de su detención, cuando el plazo legal es de 48 horas.

“Juntos hicimos algo increíble: detuvimos la persecución criminal de una persona inocente. [Pero] esto es sólo el comienzo, hay mucho trabajo por delante para asegurarnos de que esto nunca vuelva a pasarle a nadie”, se afirmó desde Meduza ayer en un comunicado luego de la liberación de Golunov.

El hecho fue visto como un triunfo por los múltiples periodistas y figuras culturales rusas que se movilizaron rápidamente luego de conocida la detención del periodista. Según informó el sitio RT, el sindicato de periodistas y trabajadores de medios de comunicación de Rusia reunió 7.578 firmas de integrantes de su gremio en una carta abierta enviada al Ministerio del Interior, la Fiscalía General y el Comité de Investigación de Rusia, en la que se instaba a la liberación inmediata de Golunov, al mismo tiempo que se denunciaba el abuso de poder por parte de empleados del Ministerio del Interior, catalogando lo sucedido como “una provocación flagrante y absurda” y una “amenaza a los periodistas de investigación rusos”.

El lunes tres de los principales diarios rusos, Védomosoti, Kommersant y RBK, salieron con la misma portada –un breve texto con la leyenda “Somos Iván Golunov”– y fuera del país entidades como Amnistía Internacional y el Consejo de Europa habían pedido la excarcelación del periodista.