30 años después de haber publicado su primera novela, La pulseada, Claudio Invernizzi sorprendió con La memoria obstinada de Puerto Vírgenes, la primera entrega de una trilogía anclada, justamente, en Puerto Vírgenes. En este pueblo entre los cerros se cruzan un periodista injuriado y la nieta de un enigmático inglés que decide investigar el asesinato de su abuelo, a mediados de los años 50. Este hombre que viajó a Uruguay para escribir la historia de los trenes británicos se convierte en la excusa para bucear entre los vaivenes políticos de una época, historias y leyendas azuzadas por la tradición oral que se fueron atesorando en la memoria colectiva del pueblo, ya que, como se sabe, ese es un buen modo de gambetear el olvido.

Así, el conocimiento de los hechos, la construcción de un pasado propio y la búsqueda de la verdad dan paso a múltiples reflexiones sobre la memoria, el fracaso y la muerte. Un mundo en el que la invención “siempre es magia, y la realidad, una revelación desnuda y fría”. La presentación será hoy a las 19.00 en el Museo Nacional de Artes Visuales, a cargo de Malena Rodríguez y Nicolás Alberte.