En su cuarto intento, Alejandro Giammattei logró su objetivo y gracias al apoyo de 59,4% de los ciudadanos que fueron a votar este domingo se impuso en la segunda vuelta electoral sobre Sandra Torres, ex esposa del ex mandatario guatemalteco Álvaro Colom.

En una jornada marcada por la alta abstención –apenas votó 42% de los habilitados para hacerlo–, el conservador Giammatei, médico cirujano de profesión, fue elegido para suceder a Jimmy Morales, quien dejará el cargo luego de una pobre gestión, que se refleja en sus bajísimos índices de popularidad. Durante su campaña electoral, Giammattei, quien lidera el partido Vamos, tuvo como principal bandera “la mano dura a la corrupción” y la promesa de encarcelar a su contrincante, Sandra Torres.

Este médico de 63 años prometió además un “muro económico” para frenar la inmigración irregular, se comprometió a ser un hombre “al servicio” de la gente y “cercano” a la población para “reconstruir el país”, uno de los más pobres de América Latina.

El ahora presidente electo además es un ferviente opositor al matrimonio igualitario y al aborto, y aseguró que durante su gestión de gobierno hará cumplir las leyes “tal y como están”. Giammattei también manifestó ser partidario de la pena de muerte y de tratar como “terrorista” a todo aquel que realice ataques contra servicios públicos.

Además de haber sido candidato presidencial en tres ocasiones anteriores, Giammattei ha ocupado varios cargos públicos a lo largo de su vida; el más relevante fue cuando ejerció como director del Sistema Penitenciario entre 2005 y 2007, durante la presidencia de Óscar Berger. En setiembre de 2006, 3.000 policías y militares trataron de recuperar el control de la cárcel de Pavón, ocasión en la que murieron siete reclusos. A raíz de esta acción represiva, el Ministerio Público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala denunciaron a Giammattei en 2010. El presidente electo en ese momento fue declarado culpable y permaneció diez meses en prisión, aunque luego quedó en libertad y sin cargos en su contra.