“Hoy estamos en un cruce de caminos, o volvemos a las políticas que nos llevaron a la crisis 2002, o seguimos avanzando, abriendo los brazos, abriendo el corazón, generando esperanza a todos y todas las uruguayas”, dijo este sábado el candidato del Frente Amplio (FA) Daniel Martínez en la Convención Nacional que proclamó como candidata a la vicepresidencia a Graciela Villar.

Sobre la oposición dijo que lleva “14 años tratando de instalar la idea de que todo está mal” para “impedir una nueva victoria del FA”, y para “volver a imponer prácticas conservadoras”.

Dijo que, a pesar que hoy en Uruguay hay un déficit fiscal que preocupa, “es manejable”. “Lo vamos a bajar, hoy tenemos un sistema financiero sólido, reservas históricamente altas, una deuda neta que no supera el 42% del Producto Bruto Interno y está bajo control. Uruguay recuperó el grado inversor que había perdido los partidos que hoy nos critican”.

Martínez opinó que, a pesar de que sus contendientes, y en especial el candidato Luis Lacalle Pou (Partido Nacional) afirman que van a mantener las leyes de adquisición de derechos, “no las votaron” en el Parlamento. “Por más que digan lo contrario, ¿qué garantías tenemos de que no habrá retrocesos?”, preguntó.

Como ejemplo citó el matrimonio igualitario, la ley de ocho horas para los trabajadores rurales y la despenalización del aborto. “¿Queremos que las mujeres vuelvan a abortar clandestinamente poniendo en riesgo sus vidas? No, queremos seguir construyendo una República que albergue a todos y todas”, acotó.

No obstante, dijo que comparte valores con los demás candidatos, como “el orgullo de vivir en una democracia plena”. “Somos una de las 20 democracias más plenas del mundo. Pero somos muy diferentes, mientras ellos siguen afirmando que el mercado es el que mejor asigna los recursos, nosotros demostramos por la vía de los hechos, que el fuerte liderazgo del Estado es fundamental para garantizar el desarrollo, el acceso a los servicios, y a los derechos de las minorías. Mientras ellos siguen teniendo como ejecutivo central achicar el Estado, nosotros decimos, fuerte y claro: un Estado débil sólo favorece a los más poderosos”.

A pesar de que aseguró que en los últimos 15 años se avanzó, dijo que quedan cosas por hacer: “La principal preocupación es la seguridad. A pesar de los importantes esfuerzos que se han realizado en las tres últimas administraciones, no hemos logrado revertir el crecimiento de los principales delitos y las principales formas de violencia”.

Para combatir la inseguridad propuso: mejorar el patrullaje y los controles en las calles, apostando a intervenciones policiales basadas en información e inteligencia; fortalecer a la Policía de cercanía y la Policía Comunitaria; mejorar la tecnología para el combate del delito; y realizar “profundos cambios en la política carcelaria, poniendo énfasis en la seguridad y la rehabilitación”.

Además, reiteró que aplicará “acciones integrales y transversales, sobre todo para promover la convivencia”, “en 25 zonas estratégicas, donde viven 80.000 uruguayos qué son las principales víctimas del delito y la inseguridad”.

Aseguró que “es inaceptable la violencia doméstica basada en género, y en particular el femicidio. Tenemos que comprometernos, no sólo participar de las marchas, tenemos que ser coherentes en la vida privada. Ni una menos”. Martínez se comprometió también a tener una gabinete paritario, si gana las elecciones.

“Hoy estamos en condiciones de terminar de moldear el Uruguay del Siglo XXI”, para eso dijo que habrá que transformar “el sector productivo” y combinar “la economía digital con actividades laborales con un fuerte componente creativo y nuevas formas de vinculación”.

“Uruguay cuenta con una industria de la tecnología de la información consolidada, que compite internacionalmente, con infraestructura adecuada para desarrollar la economía digital, y eso no es producto de la casualidad, es producto de la inversión que Antel ha realizado durante todos estos gobiernos”, afirmó.

Anunció que a partir de marzo 2020 va a impulsar varias iniciativas para “poner en funcionamiento de modo urgente un Sistema Nacional de Formación y Capacitación para una transición justa. Para recapacitar a los trabajadores que han sido desplazados, o que pueden ser desplazados por la transformación de la economía, o para aquellos que buscan nuevas oportunidades laborales en un contexto cambiante”, para eso dijo que “no se necesitan destinar nuevos recursos”.

Pretende, entre 2020 y 2024, capacitar al menos a 400.000 personas re enfocando el presupuesto del Instituto Nacional de Empleo y Formación (Inefop), y a través el sistema de enseñanza pública.