Esta noche comenzará a desarrollarse en el sur de Francia, en Biarritz, una nueva cumbre del G7, bloque integrado por Alemania, Canadá, Francia, Estados Unidos, Italia, Japón, Reino Unido y la Unión Europea (UE). Antes del encuentro, varios dirigentes de esos países expresaron su interés en que en el marco de esta reunión se hable sobre los incendios que afectan a la Amazonia brasileña.

El primero en referirse a esta situación fue el presidente francés Emmanuel Macron, quien dijo ayer que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, miente acerca de sus políticas medioambientales y que por ese motivo Francia se negará a firmar el acuerdo comercial entre la UE y el Mercosur.

También, Steffen Seibert, portavoz de la canciller alemana, Angela Merkel, dijo que “el alcance de los incendios en la zona del Amazonas es impactante y amenazante, no sólo para Brasil y los demás países afectados, sino para todo el mundo”.

Otro gobernante en marcar posición fue el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, cuyo país pertenece a la UE, y que fue uno de los primeros en oponerse al acuerdo con el Mercosur, un trato que encontró enorme resistencia entre los agricultores de los países pertenecientes al bloque comunitario. En opinión de Varadkar, el intento de Bolsonaro de culpar a las organizaciones no gubernamentales por los incendios en la Amazonia fue “orwelliano”, según consignó The Guardian.

Mientras tanto el gobierno de Finlandia, país que actualmente está a cargo de la presidencia rotativa de la UE, pidió a los estados del bloque que consideren implementar restricciones comerciales con Brasil. El ministro de Economía finés, Mika Lintila, dijo que “condena la destrucción de la Amazonia y hace un llamado a Finlandia y la UE para que consideren urgentemente la posibilidad de prohibir las importaciones de carne vacuna brasileña”.

En Brasil, el general Eduardo Villas Bôas, máximo jerarca del Ejército desde febrero de 2015 hasta enero de 2019 y un firme aliado del presidente Jair Bolsonaro, convocó a los brasileños a “posicionarse firmemente” ante los “ataques” contra su país, según informó la revista Fórum. El militar tuiteó: “Con una claridad rara vez vista, estamos presenciando cómo un país europeo, en este caso Francia, por intermedio de su presidente Macron, realiza ataques directos a la soberanía brasileña, que incluye, objetivamente, amenazas del empleo del poder militar”. Los dichos de Villas Bôas están en línea con los de varios representantes del entorno más cercano del gobernante, como su hijo Eduardo Bolsonaro, que tuiteó un video en el calificaba a Macron de “idiota”.

Por su parte, la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (FIESP), poderosísima central empresarial, emitió ayer un comunicado titulado “Brasil exige respeto”. Allí afirma que ve “con espanto” las amenazas de países europeos de dar marcha atrás con el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur anunciado en junio si Brasil no enfrenta debidamente los incendios forestales en la Amazonia. De acuerdo al comunicado, al que accedió Folha de São Paulo y que está firmado por el presidente de la FIESP, Paulo Skaf, la entidad empresarial afirma que “todos los puntos pactados fueron debatidos de manera exhaustiva durante 20 años de negociaciones y son debidamente conocidos por todos los involucrados”.