Una coalición de 41 países presentó ayer un acuerdo para situar a la salud como motor político de medidas contra el cambio climático, con miras a alcanzar niveles de aire saludable en 2030.

“Cuando se tiene en cuenta la salud, frenar el cambio climático es una oportunidad, no un coste, y aporta un beneficio inmediato y visible”, dijo ayer la ministra española para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, en un evento sobre la Iniciativa Clima y Aire Limpio en el que participó, según consignó la agencia Efe.

Se trató de un acto previo a la Cumbre de Acción Climática que empieza hoy en la sede de Naciones Unidas, y que sirvió para presentar el compromiso de 41 países y 71 Gobiernos regionales y ciudades para enfrentar el problema del cambio climático.

La Iniciativa, llamada “Clima y Calidad del Aire”, propone lograr para 2030 una calidad del aire saludable y la armonización de las políticas de lucha contra el cambio climático y la contaminación atmosférica.

La estrategia contempla que los países y entidades firmantes implementen políticas de calidad del aire y de acción climática, en busca de alcanzar los valores de las directrices de calidad del aire ambiental de la Organización Mundial de la Salud.

Además, insta a los países a fomentar la movilidad eléctrica y sostenible, y a tomar medidas para provocar cambios determinantes en la reducción de emisiones del transporte por carretera.

“Los países y ciudades comprometidos con esta iniciativa deberán evaluar el número de vidas que se salvan, los beneficios para la salud de los niños y otros grupos vulnerables, y los costes financieros que se evitan para los sistemas de salud como resultado de la aplicación de políticas de mejora de la calidad del aire y de acción climática”, subrayó el gobierno español en un comunicado.