Claudia López eligió romper con la tradición de los alcaldes de Bogotá y organizó una ceremonia de asunción distinta. En lugar de ser investida en un acto en la plaza del centro de la ciudad, llegó en bicicleta al parque Simón Bolívar, donde encabezó una ceremonia al aire libre a la que fueron unas dos mil personas.

Decenas de asistentes se instalaron en sillas que habían sido colocadas frente al estrado. Muchos más participaron en pícnics en el pasto, como propuso la organización del acto, que repartió paraguas de colores entre la gente para que se protegiera del sol. Allí pudieron ver a López tomar posesión del cargo, escuchar su discurso de asunción y también presenciar un espectáculo de la Orquesta Filarmónica, la cantante Totó la Momposina y la banda Aterciopelados.

La llegada de esta dirigente de la Alianza Verde a la alcaldía no sólo cambió las ceremonias. Significó un quiebre porque nunca, hasta el miércoles pasado, una mujer había encabezado el gobierno de la ciudad. En este caso, se trata además de una que reivindica la igualdad de género, los derechos de la comunidad LGTBI (ella misma es lesbiana y está casada con otra dirigente de su organización política, la senadora Angélica Lozano) y los de todos aquellos que en noviembre se manifestaron en decenas de ciudades colombianas contra la política económica del presidente Iván Duque.

“Hoy llega al gobierno” de Bogotá “esa ciudadanía”, dijo López en su primer discurso como alcaldesa, esos “miles de personas que han salido espontáneamente a las calles a expresarse al ritmo de las cacerolas, más allá de los partidos y caudillos políticos”.

Al iniciar su discurso, la nueva alcaldesa, de 49 años, afirmó: “el breve resumen de mi vida es el mismo que pueden contar millones de mujeres, jóvenes y familias de nuestro país, que siempre hemos sido mayoría en la vida y en la ciudadanía, pero habíamos sido minoría en el poder público y la representación política”. La dirigente continuó: “Hoy no sólo hacemos eco sino que somos parte las mayorías ciudadanas que han tomado las calles con las demandas y aspiraciones apenas elementales y plenamente legítimas de los jóvenes, de las mujeres, de los movimientos cívicos, de los grupos étnicos, de quienes reivindican la diversidad sexual y la igualdad”.

“No vamos a permitir que nos roben la esperanza, no vamos a permitir que nos roben más vidas de esta nueva generación que hoy sale a la calle a pedir a gritos que no los dejemos estancados en los mismos debates y protagonistas del pasado”, dijo López, en referencia a la muerte de cuatro personas durante las protestas contra el modelo económico del gobierno de Iván Duque. “Esta ciudad nos está hablando. Cada calle, cada plaza y cada parque habla, canta, se mueve para demandar la ciudad y el país que sueña y se merece la ciudadanía del siglo XXI”, afirmó.

Consideró que en las elecciones municipales de octubre, “Bogotá eligió el cambio, no sólo el cambio de gobierno, de prioridades, de estilo, de liderazgo, sino el cambio de historia”. Dijo que la ciudad eligió para gobernarla a la “hija de una maestra”, pero también “a la primera mujer, mujer diversa, en ser electa al segundo cargo de elección popular más importante del país”. La capital de Colombia reúne a más de siete millones y medio de habitantes de los 48 millones que tiene el país.