Los sectores religiosos más conservadores de Irán consiguieron el dominio del Parlamento en unas elecciones legislativas en las que la participación fue de apenas 42%, la más baja desde la revolución islámica de 1979. Los primeros resultados dan la victoria a la Coalición de la Unidad, en la que se aliaron las dos corrientes más conservadoras de la política iraní, encabezadas por el ex alcalde de Teherán y antiguo comandante de la Guardia Revolucionaria Mohamad Baqer Qalibaf. Un Parlamento conservador implica un revés para el presidente moderado Hasan Rohani.