Con miras a dejar sin efecto una norma que ya está “obsoleta”, la senadora nacionalista Carmen Asiaín presentó un proyecto de ley para “despenalizar el matrimonio religioso”. En una entrevista con Radio Universal, Asiaín dijo que “no se trata de otorgarle efectos civiles [al matrimonio religioso], simplemente de que quien desee celebrar la unión nupcial bendecida en régimen sacramental pueda hacerlo”.

El objeto de la norma, agregó, es derogar la pena que castigaba al “sacerdote o pastor” que realizara el matrimonio religioso sin que estuviera antecedido por uno civil. Esa ley, indicó Asiaín, se implementó en el siglo XIX y “quedó perimida”, dado que “respondía al contexto sociohistórico y cultural” de aquel entonces. Según Asiaín, dicha norma sólo se aplica al matrimonio cristiano, porque su redacción habla de un sacerdote de “la iglesia católica o pastor de las diferentes comuniones disidentes del país”.

Según la legisladora, que ofició como abogada del ex arzobispo Nicolás Cotugno, Uruguay es el “único país que tiene una norma penal para castigar al ministro de culto de un rito religioso”. Esta ley, expresó, violenta pactos internacionales y de derechos humanos como la Convención Interamericana de Derechos Humanos, que Uruguay ha firmado. “Podría entenderse que quedó derogado, pero hay que dotarlo de certeza jurídica y derogarlo expresamente”, explicó.

“Nada tiene que hacer el Estado con respecto a ritos religiosos estrictamente”, dijo. “Se trata simplemente de que no se penalice más al ministro de culto que los lleva a cabo, antes o después del matrimonio. Sería como meterse con los bautismos”, ilustró.

Asiaín, que ingresó a la cámara alta como segunda suplente del presidente Luis Lacalle Pou, dijo que incluso llegó a conversar con el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Lema, sobre su iniciativa, dado que el legislador se propone derogar muchas leyes que han quedado en desuso. Según dijo, Lema le recomendó que presentara su propio proyecto aparte.