“Clasificá, lavá, empaquetá, #arropá” es el santo y seña de una iniciativa que armó un voluntario, vinculado a la industria textil, que prefiere no divulgar su nombre. En general la ropa es más cara que la comida, observa, e implica un gasto quizás imposible de realizar actualmente en algunos contextos. Le pareció que el tiempo que buena parte de la gente pasa ahora obligadamente en su casa y puede dedicar a ordenar placares –una actividad para la que nunca se encuentra tiempo– podía coincidir con la logística de Arropá Uruguay: ir a levantar las donaciones a domicilio, apoyando las medidas sanitarias para no generar traslados durante la cuarentena.

Empezó con una dirección de correo electrónico y un número de Whatsapp, que luego derivó en un chatbot con las respuestas a las preguntas más frecuentes (manualmente se tornaba inviable a medida que aumentaban los interesados). La estructura del proyecto creció y el equipo armó planillas con las rutas de recolección, para optimizar el tiempo que tenía disponible camionetas. Entonces empezaron a usar un depósito que estaba ocioso (servía para una obra que está parada), en Parque Rodó, para el acopio de las prendas.

Arrancaron hace 15 días y ayer mudaron la operativa a otro depósito que les prestaron, porque el anterior les quedó chico. Entre colaboradores y amigos son una veintena, pero también están abiertos a quienes les ofrecen, por ejemplo, pagar una semana de flete. Como no quieren manejar efectivo, aceptan esta modalidad de aportes, pero le piden al voluntario que se ocupe de coordinar las gestiones. Insumos como la nafta, los tapabocas, los guantes y las cajas corren por cuenta del colectivo.

Los responsables de Arropá quisieron interiorizarse de los protocolos sanitarios en el manejo de prendas de vestir y se encontraron con varias teorías. A nivel comercial vieron que las grandes cadenas que están volviendo a abrir están dejando la ropa entre 24 y 48 horas en cuarentena, confiando en que el coronavirus no resista en esas superficies. Cuentan, por otra parte, con que el donante ya tuvo la ropa separada en bolsas previamente. De manera que cuando la reciben la dejan en espera, mientras procesan la tanda anterior. No dan abasto, dicen, así que esto sucede casi que por la vía de los hechos.

Luego proceden a clasificar las donaciones, que van desde la indumentaria para niños, hombre o mujer, y calzado hasta ropa de cama. Dentro de esas categorías, el rango es amplio, pero no alcanzan las manos ni la disponibilidad para separar por talle (además, lo que figura en las etiquetas no significa siempre lo mismo); se arman paquetes más chicos con los criterios de sexo, edad y tipos de prenda.

Los voceros de esta iniciativa hablan de las dificultades que presenta la donación de ropa comparada con una canasta alimentaria, que sirve para cualquiera. Si la donación va a un centro CAIF, por ejemplo, saben que tienen armados paquetes con ropa de niño y pueden estimar las cantidades necesarias. Es la mejor forma que encontraron para que la donación sea útil. “Si mandamos un camión con 20.000 prendas, capaz que no se cuenta con la capacidad de clasificarlas y hacerlas llegar en tiempo y forma a los destinatarios”, argumentan.

Siguen procesando las solicitudes que les llegan y están concentrados en lograr eficiencia en la tarea: “No queremos quedarnos con un montón de bolsas amontonadas en un galpón porque no hubo tiempo o porque no había gente para dividirla”. Ahora mismo están haciendo una selección entre las más urgentes. “El otro día hablamos con una señora de la zona de Colonia Nicolich, donde los vecinos tienen salón comunal. Hay diferentes realidades que la gente que se dedica a esto todo el año conoce mejor que nosotros. Estamos aprendiendo y poniendo una pata de gestión en la solidaridad. Somos la interfaz entre la gente que quiere sumar y la que necesita”.

Dicen que ya superan las 10.000 prendas clasificadas y que tienen otras tantas en proceso, mientras lanzan la campaña de videos promocionales con 45 figuras mediáticas y deportistas. Aunque no tienen una fecha definida para culminar el trabajo, piensan seguir durante mayo y van a evaluar si es necesario y viable trabajar durante junio y julio.

Arropá.uy. Para donar: Whatsapp al 094401310 o mail a [email protected] para coordinar el retiro o la entrega en el centro de acopio (en Pocitos, Marco Bruto 1373 esquina Rivera, de lunes a viernes de 9.00 a 17.00, sábados de 9.00 a 12.00, o en la sede de canastas.uy ubicada en Camino de los Horneros, perteneciente al colegio Ivy Thomas, en los mismos días y horarios).