El brote de coronavirus, que dejó hasta ahora 21 muertos y 533 casos confirmados en Haití, se sumó el 19 de marzo a los viejos problemas que arrastra el país. Uno de estos es la pobreza, que motivó una oleada de emigración de haitianos a distintos países de América Latina en los últimos años. En esta situación, si la crisis sanitaria la agudiza, Haití puede atravesar hambrunas de “dimensiones bíblicas”, advirtió en abril el Programa Mundial de Alimentos de la Organización de las Naciones Unidas.

Otro de los problemas arraigados en el país es la inestabilidad política. En enero, el presidente Jovenel Moïse anunció que gobernaría por decreto. El mandato de los diputados haitianos vencía ese mes, y no se había logrado un acuerdo para convocar elecciones parlamentarias en octubre de 2019, cuando las protestas contra el gobierno se extendían por el país. Por lo tanto, Moïse comunicó que el Parlamento quedaba sin posibilidad de funcionar y él debería legislar por decreto.

También su Ejecutivo está en una situación precaria. Desde marzo de 2019, Moïse no cuenta con primer ministro, una designación que necesita el aval del Parlamento. El último en ocupar ese cargo, Jean Henry Céant, fue destituido por el Poder Legislativo, que no aprobó ninguno de los dos nombres que el presidente después propuso para reemplazarlo.

La oposición, que en los últimos meses de 2019 se había movilizado para protestar contra Moïse y sus políticas en el marco de una escasez de combustible que alteró el funcionamiento del país, volvió a organizar manifestaciones esta semana. Pese a la crisis sanitaria, los manifestantes volvieron a las calles el lunes, cuando Haití conmemoraba 217 años de la Bandera Nacional, y pidieron una vez más la renuncia del presidente. Lo acusan de malversar fondos públicos y cuestionan su política ante la crisis causada por la epidemia de covid-19.

Ese día, el 18 de mayo, Moïse les habló a los haitianos desde el Palacio Nacional, y dijo que su Ejecutivo se comunicó con el Consejo Electoral provisorio acerca de la convocatoria a elecciones; pero no informó cuándo están previstas, ni siquiera dijo si se tratará de elecciones presidenciales, legislativas o municipales, informó el medio digital Le Nouvelliste. Sin embargo, Moïse llamó a la oposición a que se presente a elecciones si quiere acceder al gobierno.

“¿Quién es el verdadero enemigo del pueblo? ¿Qué es lo que explica que después de 216 años de independencia la energía eléctrica constituya todavía un lujo para el país?”, dijo Moïse. Según el presidente, no es él el enemigo, sino un pequeño grupo de personas que acapara la riqueza del país, deja en la pobreza a la mayoría de la gente e impide el desarrollo.

La manifestación contra el gobierno haitiano fue disuelta por la Policía con disparos al aire y gases lacrimógenos, según informaron La Chronique y Prensa Latina. Distintos sectores de la oposición se habían reunido frente a la principal plaza de Puerto Príncipe, Champs de Mars, y en otros puntos del país para protestar.

En ese marco, según denunció la oposición, fue detenido Guy Numa, dirigente de Konbit, agrupación que nuclea a varias organizaciones políticas, sindicales y sociales. Finalmente, el dirigente fue liberado después de que se organizara una protesta frente a la comisaría donde lo habían detenido. De acuerdo con otro medio, Alter Presse, fueron varios los militantes detenidos desde la manifestación del lunes, y la represión comenzó antes de la protesta, con la finalidad de impedirla.