El primer y fundamental compromiso del FA es la puesta en práctica de una democracia participativa, constantemente alimentada con la participación protagónica de la gente.
Sudán atraviesa una de las peores crisis que el mundo ha visto en décadas. Hay niveles extremos de sufrimiento en todo el país, las necesidades aumentan día a día, pero la respuesta humanitaria es profundamente inadecuada.
¿Tengo autoridad moral para exigir unidad, compromiso y solidaridad? ¿Qué cultura política estamos proyectando en las juventudes que solo quieren volver a tener un gobierno frenteamplista?
La resistencia y la movilización organizada han visibilizado lo mucho que se juega en las rutas trazadas por los gobiernos departamentales de Rocha y Maldonado; sus discursos y acciones combinan lo peor de los sectores punitivos, reaccionarios y de los extractivistas ambientales, urbanos y especuladores inmobiliarios.
El eslogan “el gobierno fracasó” es un desacierto, pues refuerza la idea de la inmediatez. Es necesario conquistar conciencias, no votos circunstanciales.