En su primer partido de 2023 y también su primera presentación después de haber quedado prematuramente eliminada de la fase final del Mundial de Qatar 2022, la selección uruguaya, dirigida interinamente por el entrenador de la sub 20, Marcelo Broli, empató 1-1 en Tokio. Hubo un gol en cada tiempo. En la primera parte los celestes, que vistieron de blanco, abrieron el gol con una anotación de Federico Valverde, el mejor de los uruguayos, mientras que en el complemento lo empató Takuma Nishimura.

El partido por la Copa Kirin, que se desarrolló en el Estadio Nacional de la capital nipona, fue parejo, sin predominio de ninguna de las oncenas, lo que en principio salva la situación de emergencia de Uruguay, que afrontó el juego con un director técnico interino y casi sin preparación, además de unas cuantas ausencias. Valverde, jugando mucho más cerca del área contraria que de la propia, fue sin dudas la figura del elenco de Broli, además de ser el autor del gol que hizo que, con el empate, Uruguay se quedara con la Copa Kirin.

Uruguay empezó jugando con Sergio Rochet en el arco; Giovanni González, Santiago Bueno, Sebastián Coates y Mathías Olivera; Mathías Vecino, Manuel Ugarte; Facundo Pellistri, Federico Valverde, Diego Rossi y Maximiliano Gómez.

Las selecciones de Uruguay y Japón juegan un amistoso en Tokio. Foto: AUF

Las selecciones de Uruguay y Japón juegan un amistoso en Tokio. Foto: AUF

A la cancha

Uruguay arrancó su primer amistoso del año –el próximo será el martes ante Corea– con una línea de cuatro por delante de Sergio Rochet, integrada por Giovanni González, Santiago Bueno, Sebastián Coates y Mathías Olivera. Intentó, mediante conexiones cortas y en su propio campo, mantener la pelota pivotando con Matías Vecino, Manuel Ugarte, Federico Valverde y Diego Rossi. Delante de ellos quedaban, abierto por la derecha, Facundo Pellistri y, como punta neto, Maximiliano Gómez.

Los celestes hicieron las primeras conexiones con cierta dificultad y llegaron hasta el arco rival sin poder armar ninguna jugada franca y con la clara intención de Maxi Gómez, acompañado por el punta alternativo, de presionar sobre la última línea nipona.

Los japoneses, manteniendo el estilo de juego que los hizo brillar en Qatar 2022, conectaron a altísimas velocidades para armar juego de contragolpe, pero también asumiendo desde su última línea el contacto de la pelota con extrema rapidez y buena técnica.

Llegando al cuarto de hora ya se podía confirmar una percepción inicial de que el equipo uruguayo estaba aunándose sobre la base de la idoneidad, capacidad y experiencia de juego de sus futbolistas en la cancha, que si bien intentaban manifestar las ideas centrales transmitidas por el cuerpo técnico, dejaban trasuntar que la falta de trabajo colectivo era sustituida por la capacidad natural de los futbolistas que intentaban primariamente tener la pelota para evitar que el rival pudiese hacer daño.

Ese circuito de posesión solía resolverse positivamente con la pelota en campo oriental y sin presión de los japoneses, pero en el momento de intentar romper para resolver alguna acción ofensiva, la pelota se dividía o se perdía.

Pasados los 20 minutos, otra vez el punta japonés Asano, que ya había generado una acción de peligro con un remate con su pierna izquierda, estuvo cerca de llegar a anotar cuando se filtró por el medio y, en diagonal de derecha a izquierda, definió ante el cierre de Santiago Bueno y Sergio Rochet, pero la pelota se fue afuera.

La presión permanente de los japoneses hizo que Manuel Ugarte se recostara entre sus zagueros centrales para procurar ser una ayuda más en la primera línea de salida de juego.

En Uruguay, además de la ya mencionada experticia de sus futbolistas para resolver una forma básica de juego y dar buena competencia, se destacó netamente la omnipresencia del capitán Federico Valverde desde la primera salida hasta la pretendida penúltima acción de ataque.

Fue justamente el mediocampista de Real Madrid quien abrió el marcador del partido cuando, a los 38 minutos y en la primera acción de ataque uruguayo, anotó el gol. Fue una jugada que se había iniciado con Maxi Gómez desbordando por el extremo derecho, el sanducero mandó un centro que, rebotado, buscó Valverde y con toda intención acomodó en aquel incómodo rebote su pierna derecha para un golpe casi perfecto a la pelota, que dio en el caño izquierdo del arquero norteamericano nacionalizado japonés. En vez de quedarse con la frustración, Valverde ya estaba otra vez avanzando sobre el esférico para, de cabeza, mandar la pelota a las redes.

Mantenimiento

En el segundo tiempo Uruguay mantuvo su postura de juego, pero arrancó con más tranquilidad o comodidad por el gol de Valverde, lo que motivó que pudiera jugar en los primeros diez minutos del complemento más cerca del arco japonés que en la primera parte.

Siguió siendo imponente el despliegue de Valverde en todo el campo, con calidad y excelsa técnica. El equipo dirigido por Broli se mostró además muy apretado en todas sus líneas, con mucha solidaridad de sus futbolistas de ofensiva, marcando no sólo en campo contrario sino yendo detrás de la pelota en campo uruguayo.

La presencia del VAR fue determinante para que el árbitro reviera una inicial sanción de penal que había cobrado contra los uruguayos en un profundo ingreso en el área de Hito que fue lícitamente cortado por un quite de Manuel Ugarte.

Promediando el complemento, Broli hizo los primeros dos cambios en Uruguay, dando relevo a los futbolistas que estaban jugando por las bandas: ingresaron los ex Peñarol Agustín Canobbio y Facundo Torres en sustitución de sus excompañeros Facundo Pellistri y Diego Rossi.

A los 30 minutos de la parte complementaria llegó el empate de Japón, con una jugada a tres toques desde el campo japonés al área uruguaya donde, entrando entre los centrales, Nishimura anotó el empate. Entre descuido e incapacidad para resolver defensivamente una jugada de tanta velocidad y tanto campo, se hizo el lugar y el espacio para el no tan esperado empate.

Entró Jonathan Cabecita Rodríguez por Maxi Gómez en la última variante uruguaya.

Cuando faltaban cinco minutos para el final del partido, un zurdazo de Facundo Torres explotó en el travesaño del arco japonés, pero ya nada cambiaría el 1-1.

Fue una correcta actuación del equipo uruguayo que permitió acercarnos a la expectativa que tenemos de las prestaciones de Federico Valverde, y a la buena capacidad de neutralización en la última línea y la media cancha de los futbolistas uruguayos.

Ahora toca el martes a las 8.00 frente a Corea, en Seúl.

Detalles

Fecha FIFA / Copa Kirin Estadio: Nacional de Tokio.

Árbitros: Ko Hyung Jin (Corea), Park Sang Jun (Corea), Koh Ronnie Min Kiat (Singapur).

Japón (1): Daniel Schmidt, Yukinari Suwaguara (89′ Keito Nakamura), Ko Itakura, Ayumuro Seko, Hiroki Ito, Ritsu Doan (61′ Junya Ito), Wataru Endo, Hidemasa Morita (71′ Ao Tanaka), Kaouru Mitoma (89′ Daiki Hashioka), Takuma Asano (61′ Ayase Ueda), Daichi Kamada (75′ Takuma Nishimura). Entrenador: Hajime Moriyasu.

Uruguay (1): Sergio Rochet, Giovanni González, Santiago Bueno, Sebastián Coates, Mathías Olivera, Manuel Ugarte (77′ Felipe Carballo), Matías Vecino, Facundo Pellistri (61′ Agustín Canobbio), Federico Valverde, Diego Rossi (61′ Facundo Torres), Maximiliano Gómez (84′ Jonathan Rodríguez). Entrenador: Marcelo Broli.

Goles: 38′ Federico Valverde (U), 75′ Takuma Nishimura (J).