Julio es el Mes de la Afrodescendencia. Y, en particular, el 25 de julio es el Día Internacional de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora. Se celebra desde 1992, en conmemoración del primer Encuentro de Mujeres Afrolatinas y Afrocaribeñas de la historia, que tuvo lugar en República Dominicana. Fue el puntapié para la visibilización y reivindicación del aporte cultural y social de las mujeres afrodescendientes. Fue también un punto de partida para transversalizar la lucha contra el racismo desde una perspectiva de género.

En Uruguay, cada año se llevan a cabo distintas actividades en el correr de julio. Colectivos afro feministas promueven campañas y ponen el tema sobre la mesa. Desde el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) se acompaña la conmemoración promoviendo, entre otras cosas, los premios Amanda Rorra. El nombre de la premiación es un reconocimiento en sí mismo a Amanda Rorra, activista social y política fallecida en 2015. Rorra fue una referente fundamental del movimiento afrouruguayo y la primera mujer que llegó a la presidencia de la Asociación Cultural y Social Uruguay Negro (ACSUN).

Este año, a causa de la emergencia sanitaria, el evento se realizó tres meses después. El sábado 17, en el Auditorio Mario Benedetti de Torre de las Telecomunicaciones, se llevó adelante la XIVª edición de estos premios. El evento, en el que se premió a siete mujeres de todo el país, contó con la presencia de Pablo Bartol, titular del Mides; Gloria Rodríguez, senadora del Partido Nacional; Mónica Bottero, directora de Inmujeres; y Alicia Esquivel, representante del Diálogo de Mujeres Afrodescendientes y del Consejo Nacional de Género y ex directora del Departamento de Mujeres Afrodescendiente de Inmujeres.

Esta edición reconoció “en particular, los aportes realizados por mujeres afrodescendientes que, desde diversas áreas, desarrollan acciones en el marco de la emergencia sanitaria por covid-19; y, en general, a aquellas mujeres afrodescendientes que realizan aportes significativos a la deconstrucción de estereotipos étnico-raciales y de género, a la incidencia política y al empoderamiento de las mujeres desde su espacio de desarrollo comunitario, barrial, laboral, educativo o académico”.

Siete mujeres con aportes en todo el país

Fueron premiadas siete mujeres de distintas partes del país: Adriana Sánchez, Carmen Adelina Varela, Libertad Silvera, Lorena Rosas, Myrna Giménez, María Comini y Celia Guadalupe. Las primeras cuatro obtuvieron premios, mientras que las últimas tres recibieron menciones.

Adriana Sánchez tiene 58 años. Es de la localidad de 18 de Mayo, en El Dorado, departamento de Canelones. Es activista sociocomunitaria y realiza diversas actividades incentivando principalmente “el crecimiento de las personas”. Es militante política y social desde hace 40 años. Participa en diversas comisiones vecinales. Participó en la gestión para la instalación de una policlínica barrial en su localidad y también de la UTU de Vista Linda. Gestiona un merendero y un sistema de atención, y ayuda a vecinas y vecinos en caso de inundaciones. En 2016 fue la primera mujer afro en ser alcaldesa interina, por el municipio 18 de Mayo. Este año fue electa alcaldesa para el período 2020-2025. Es la primera mujer afrodescendiente en ser electa para ocupar este cargo.

Carmen Adelina Varela tiene 49 años y es de Rivera. Es trabajadora doméstica, integra el colectivo “Somos negras, ¿y qué?” y milita por el acceso al ejercicio de derechos laborales de las trabajadoras domésticas. Desde 2012 integra la comisión vecinal del barrio Cerro del Marco, desde donde promueve distintas actividades, como la celebración del Día del Niño, la fiesta junina y el certamen de la primavera, con el objetivo de contribuir a mejorar la convivencia entre vecinas y vecinos. Integra la escola de samba Siempre Cerro, espacio en el que desarrolla instancias de promoción de cuidados ante el uso de sustancias psicoactivas, encuentros antirracismo y talleres de prevención de violencia en los noviazgos. Gestiona la olla popular de su comunidad desde hace varios años, tarea que se reforzó durante la pandemia.

Libertad Silvera, de 77 años, es una activista social y cultural de Cerro Largo y desde hace más de 60 años está comprometida con la comunidad arachana. Es referente de la comunidad afrodescendiente del departamento y de la cultura afrodescendiente del país. Participó en la comisión de jóvenes y en la directiva del Club Uruguay realizando distintas actividades en la comunidad.

Lorena Rosas es una activista afro trans feminista y antirracista de 37 años que vive en Canelones. Integra desde hace 14 años el colectivo Mizangas Movimiento de Mujeres Afrodescendientes. Milita por los derechos de las personas afrodescendientes, de las mujeres y del colectivo LGBTI, con una fuerte apuesta a la “construcción de un movimiento interseccional, diverso y articulado”. Participó en la asamblea de la Red de Mujeres Afrolatinas, Afrocaribeñas y de la Diáspora. Integra la Coordinadora de la Marcha por la Diversidad. Ha formado parte de procesos de construcción e incidencia en la elaboración, entre otras, de la Ley de Acciones Afirmativas para la Población Afrodescendiente y la Ley Integral para Personas Trans. Actualmente participa en ollas barriales y en el Clóset Solidario, propuesta que entrega ropa de invierno a mujeres trans privadas de libertad, a refugios y a organizaciones barriales.

Myrna Giménez recibió una de las tres menciones que se entregaron. Tiene 64 años y es de Montevideo. Es una de las pioneras del estudio de la discriminación étnico-racial en Uruguay desde el ámbito jurídico. Es activista en la lucha por el acceso al ejercicio pleno de derechos de la comunidad afrodescendiente desde 1987 y aporta desde su rol profesional al colectivo afrodescendiente a nivel nacional e internacional. Es asesora jurídica en el Ministerio de Relaciones Exteriores y en la Unidad Temática de la Intendencia de Montevideo. Es directora de SOS Racismo e integra el consejo directivo de Organizaciones Mundo Afro. Además, es asesora de la asociación civil ACSUN y del Centro Cultural por la Paz y la Integración. Fue conferencista en varios foros internacionales en materia de derechos laborales y discriminación étnico-racial.

Otra de las menciones fue otorgada a María Comini, de 27 años, de Salto. Es la primera jefa de cuerda de una comparsa en su departamento. Es activista social y realiza talleres para la comunidad del barrio Ceibal, uno de los más vulnerados del departamento. Según Inmujeres, “difunde la cultura afrouruguaya con perspectiva de género, desafiando y deconstruyendo los estereotipos de roles, actividad que realiza desde hace varios años”.

La última mención fue para Celia Guadalupe, de 53 años y montevideana. Desde hace 30 años es activista comunitaria y social. Llevó a cabo actividades diversas en el barrio Buceo y actualmente lo hace en Sayago. Se la reconoce como tallerista de la cultura afrouruguaya; ha sido referente de varios grupos de mujeres afrodescendientes jóvenes hacedoras de candombe. Desde el inicio de la pandemia gestiona la olla popular del Centro Cultural Yambo Kenia, en Sayago.