El lunes, la selección uruguaya femenina culminó sus encuentros internacionales previos al comienzo de la Copa Mundial sub 17 con una contundente victoria de 3-0 sobre Sudáfrica. Tres días antes, había derrotado a México 2-1. Las últimas pruebas dieron resultados positivos: resolvieron bien los dos partidos, a pesar de no haber hecho pie en los primeros 20 a 25 minutos de ambos encuentros internacionales que jugaron con equipos visitantes que llegaron al país con mucha anticipación. El equipo que dirige Ariel Longo parece aumentar su rendimiento a medida que calienta los motores y que crece el minutaje del encuentro. Algo de eso unificó los dos partidos internacionales jugados en cuatro días como un último ajuste previo a debutar en la Copa del Mundo que se abrirá el martes 13 de noviembre.

En ambos encuentros el seleccionado rival –México el viernes y Sudáfrica el lunes– tuvo el predominio en el inicio. Con México, la selección uruguaya fue perdiendo 1-0 desde los cinco minutos pero, a poco de comenzar el segundo tiempo, empató y, en el minuto 56, pasó a ganar y mantuvo ese resultado mostrando un juego muy mejorado con respecto a la primera etapa.

El partido oculto

El lunes, en un Parque Capurro vacío, a puertas cerradas por solicitud de la delegación visitante, se vieron características similares. Uruguay entró con las mismas 11 titulares del partido con México. En los primeros 25 minutos hubo un leve predominio de las muchachas sudafricanas, que mantuvieron una posición de ataque; en ese tramo no hubo llegadas claras de Uruguay al área rival. En ese período hubo oportunidad de lucimiento para la golera de 14 años Jennifer Sosa, que después del primer gol tuvo una atajada con mano cambiada de un muy buen tiro de la número 18, Miche Minnies, la enlace por la izquierda. Sin embargo, a los 26 aparecieron la pujante Esperanza Pizarro y la novia del gol, Belén Aquino –las Suárez y Cavani del equipo– para que, con una asistencia de la primera, Belén sorprendiera con un gol consagrado desde el área chica y creando una situación hasta ese momento casi impensada. En adelante el partido fue favorable a las celestes, que vistieron de blanco en el partido secreto. El primer tiempo se cerró con un casi gol tras una excelente jugada de las dos delanteras, en la que la palmirense Esperanza Pizarro entró por la izquierda.

El segundo tiempo –ya con Solciré Pazos como lateral derecha, debido a que Sharon López salió lesionada a los 42 minutos– comenzó con un golazo que llegó con un remate muy lejano de la volante Sasha Larrea, ejecutado apenas algunos pasos adelante del círculo central, que tomó a la golera Leigh Brophy naturalmente adelantada. El 2-0 se adecuaba a lo que se estaba viendo: las uruguayas eran superiores, ya habían encajado perfectamente en el partido.

Luego entró Deyna Morales por Sasha en el minuto 67, más tarde lo hicieron Pilar González –la canaria, que fue la última en entrar al grupo– por Cecilia Gómez y, cerca del final, la maldonadense Nikol Laurnaga por Micaela Domínguez y Juliana Viera –la hija del ex árbitro Olivier– por Antonella Ferradans. Justamente, con pocos segundos en la cancha, la liverpoolense Viera cabeceó con acierto un tiro de esquina y convirtió el tercer gol de la tarde. Al final, ya sin tiempo de nada, entró la delantera Valentina Morales, una jugadora especial, que suplantó a la pequeña Belén Aquino.

Algunas conclusiones y lo que vendrá

Ese 3-0 final refleja a la perfección la superioridad final de nuestro equipo. Uruguay juega ordenado y asciende en su rendimiento a medida que el partido avanza. Eso habla de su buena condición física colectiva y también de la muy buena calidad técnica de la mayoría de las jugadoras, lo que permite que haya actuaciones individuales desequilibrantes. Hay elementos que ayudan a marcar esperanzas ciertas de superar la fase inicial de grupos. No obstante, para irse al otro extremo, al del optimismo alocado, hay un trecho que no se debe atravesar. El grupo será dificilísimo y cada partido, una prueba muy seria.

Los antecedentes sirven para calibrar esas dificultades: Ghana, el primer rival, venció a Uruguay 5-0 en el Mundial de 2012 de Azerbaiyán. Ese equipo era muy fuerte, con jugadoras rápidas y muy buena calidad técnica. Luego terminó en la tercera posición: perdió la semifinal 2-0 con las futuras campeonas, las francesas, y logró el tercer lugar al ganarle a Alemania 1-0. No deben de haber retrocedido tanto, aunque su entrenador, Evans Adotey, le comentó a la diaria, cuando estuvo en Uruguay semanas atrás, que la preparación había sido de mejor calidad en aquella oportunidad, cuando él era ayudante técnico.

Las finesas no suenan peligrosas a oídos inexpertos, pero fueron las terceras de Europa en una larga clasificatoria ¡de 44 selecciones! Vienen como debutantes y pueden ser un equipo a tener en cuenta. Finalmente, Nueva Zelanda aparece como el rival más débil de la serie, pero hay que tener en cuenta que participó en todas las ediciones de esta competencia, lo que le da experiencia acumulada. Nada será fácil, más allá de la confianza que despierta el equipo que vestirá de celeste.