La historia sintetizada en un pie izquierdo. Camila Carrocio corrió por la zurda con el manual de las punteras de toda la vida. Cuando pisó el área tenía dos compañeras a las que les podía pasar la pelota, pero la confianza es mucho en el fútbol. Carrocio sacó un zapatazo tremendo y la pelota fue de abajo hacia arriba hasta meterse en el ángulo derecho. Golazo. Fue el 2-1 del campeonato, el golpe definitivo en una final en la que Centenario hizo mucho para ganar.

El partido tuvo todas las características de una final con todas las letras. Eso se vio reflejado en una fiesta imponente y destacable, ya sea por el entusiasmo increíble de las jugadoras en la cancha como por el marco de público: más de 2.000 personas en las tres tribunas del Parque Liebig’s. No es exagerado decir que el pueblo futbolero se volcó hacia ese partido, con un gran guiño de la liga masculina que suspendió toda la actividad para dejar en el centro de la escena a la final femenina de la Organización del Fútbol del Interior (OFI).

El primer tiempo se caracterizó por los ataques de Arachanas. Las melenses tuvieron mucho más llegadas con Wendy Caraballo y Martha Figueredo. Sin embargo, el primer gol fue de Centenario: en el minuto 16, Gisel Rodríguez aprovechó un entrevero en el área chica tras un córner y la mandó guardar. La diferencia duró hasta los 30, cuando Florencia Rivero pateó desde afuera del área y el tiro se metió por arriba rozando el horizontal.

Con el 1-1 empezó el segundo tiempo y se revirtió completamente el dominio del juego. La iniciativa fue de las locales, que encerraron a las melesnses en su arco. Salvo de contragolpe, Arachanas no pudo salir. Carrocio, siempre por la izquierda, comenzó a ser determinante por la capacidad de juego. A los 85, la mejor jugadora del partido tuvo su premio: golazo y campeonato.

Lo de Centenario es todo mérito. Aquello de “se hace camino al andar”: el equipo no pudo hacer pretemporada, encontró entrenador estable mucho más tarde de lo ideal. La consecuencia de ambas situaciones es que, a medida que se jugaba el campeonato, las fraybentinas fueron tomando cuerpo y juego. Además –aunque no pesa necesariamente–, Centenario carecía de historia en la OFI. Su primera actuación fue en 2015: terminó en la 25ª posición, sin poder ganar ningún partido. Al año siguiente mejoró y terminó en el puesto 13. La tendencia ascendente se interrumpió en 2017: volvió a caer para colocarse en el 17o lugar. Para mayor sorpresa, en este torneo ganó cinco partidos –claro que, entre ellos, los fundamentales– y perdió otros tantos, y se clasificó por penales tanto en los octavos como en los cuartos de final, mientras que en las semifinales pasó por la mínima diferencia. Al volver la vista atrás se ve la senda. Adelante, Centenario, campeón para siempre.