El camino de las Eliminatorias sudamericanas nunca es sencillo. Cada doble fecha presenta un obstáculo muy difícil para todas las selecciones del continente. Es un recorrido largo, con altibajos, con condiciones climatológicas particulares y con rivales muy fuertes. Uruguay deberá enfrentar a dos de los más complicados: Colombia (mañana a las 17.30 en Barranquilla) y Brasil (el martes que viene a las 20.00 en el estadio Centenario). La selección uruguaya llega con tres puntos luego de vencer a Chile en el debut y caer en su visita a Ecuador en la segunda fecha.

Colombia, el primer rival de Uruguay, venció 3-0 a Venezuela y empató 2-2 en su visita a Chile. Con datos proporcionados por la consultora Big Data Driblab, analizaremos cuáles son las claves del rendimiento de Uruguay y de sus rivales en estas primeras dos fechas de Eliminatorias.

Foto del artículo 'La lupa puesta en Colombia y Brasil: análisis de datos de los próximos rivales de Uruguay'

Como es costumbre, Colombia es un equipo que busca la tenencia del balón para llevar adelante su plan de juego. En estos primeros partidos tuvo más la posesión que sus rivales, promedia 54% frente al 50% de Uruguay. A su vez, los colombianos son el equipo que viene realizando más faltas en las Eliminatorias, unas 20 cada 90 minutos, por lo que no tienen problema en cortar el juego para sacarle ritmo al rival o para volver a posicionarse en fase defensiva, evitando las transiciones de defensa-ataque del adversario.

Algo a destacar a favor de la celeste es su intensidad defensiva: Uruguay permite 8,65 pases por acción defensiva mientras que Colombia permite unos 10,16. Otro aspecto que diferencia el estilo de estos equipos es la verticalidad. La selección uruguaya es un equipo más vertical que Colombia, por lo que busca progresar en el campo con mayor velocidad y así llegar más rápido a zonas de ataque.

El equipo dirigido por Carlos Queiroz consigue tomar remates con un mayor valor de “goles esperados” (xG). Esto quiere decir que logran rematar tiros de una mejor calidad, o desde posiciones en las que tienen más probabilidades para convertir goles (ver recuadro). Un aspecto a destacar en la fase defensiva es que Uruguay consiguió obligar a sus rivales a tomar remates con un menor valor de xG que Colombia. Los dirigidos por Óscar Tabárez reciben remates de 0,09 xG, mientras que Colombia recibe remates de 0,12 xG. Entre las principales amenazas de Colombia encontramos su capacidad de centrar. Tres de sus cinco goles vienen de jugadas que se generan en la banda y, luego de un centro, convierten. También podemos incluir el segundo gol a Chile, cuando aprovecharon un rechazo rival luego de un centro para convertir. La velocidad por banda y la capacidad de generar ocasiones a través de centros son dos puntos para tener en cuenta.

Edinson Cavani, durante el partido ante Egipto, en la copa del mundo de Rusia, el 12 de junio de 2018.

Edinson Cavani, durante el partido ante Egipto, en la copa del mundo de Rusia, el 12 de junio de 2018.

Foto: Sandro Pereyra

Los jugadores más importantes del primer rival de Uruguay están en ofensiva: James Rodríguez, Duván Zapata y Luis Muriel conforman un tridente interesante. James, el 10 colombiano, actualmente en Everton de Inglaterra, tiene un gran remate de media y larga distancia. Zapata y Muriel son compañeros en Atalanta de Italia, uno de los equipos revelación en Europa. Zapata es un jugador muy fuerte y cubre muy bien el balón, remata más veces al arco que Muriel (3,02 contra 2,77 cada 90 minutos) y es más efectivo en el juego aéreo. Muriel destaca por su capacidad de presionar al adversario y su efectividad en el dribling.

Más que un partido

Brasil, dirigido por Tite, llega con puntaje perfecto, tras vencer a Bolivia y Perú. Convirtieron nueve goles en dos partidos y recibieron dos, por lo que cuentan con el mejor saldo en lo que va del torneo (+7).

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Los verdeamarelos siempre son candidatos a terminar primero en las Eliminatorias, y un número fijo en los Mundiales. Su arranque fue muy bueno, liderando las estadísticas de posesión con 65%, generando incluso más peligro a través de sus centros que Colombia y con excelentes números ofensivos.

Brasil tiene números superiores en lo que respecta a goles esperados: 0,20 por remate. A su vez, supera a Uruguay en la estadística defensiva de goles esperados por remate en contra: 0,09 para Uruguay y 0,05 para los norteños. Brasil fue el equipo que recibió menos remates en las primeras dos fechas. En su intensidad a la hora de marcar también mejoran los valores de Uruguay (los celestes permiten 8,56 pases por acción defensiva, mientras que Brasil permite 8,49). El rival del martes es intenso a la hora de recuperar la pelota.

Una de las dudas de Brasil es si Neymar podrá ser de la partida o no, ya que sufrió una lesión muscular en uno de los encuentros de la Champions League, defendiendo a Paris Saint-Germain. Neymar es uno de los goleadores de la Eliminatoria, con tres goles, misma cantidad que Luis Suárez y que el peruano André Carrillo. El ex jugador de Barcelona es determinante: remata unas 2,98 veces cada 90 minutos, generando 0,38 goles esperados. Por si fuera poco, es un jugador muy intenso a la hora de presionar, ayudando a su equipo a recuperar el balón lo más rápido posible.

Esta doble fecha de Eliminatorias presenta dos partidos de mucho nivel para Uruguay. Esta selección ha demostrado estar a la altura en estas situaciones y tratará una vez más de neutralizar el juego de sus rivales para sacar lo mejor de cada partido.

¿Qué significa xG?

Los “goles esperados” (xG), según la definición proporcionada por Driblab, son una métrica que analiza la calidad de las ocasiones que tienen lugar en un partido. Cada remate tiene un valor que muestra la probabilidad de convertirse en gol. Este número es el porcentaje (0,1 significa que ese remate acaba en gol 10% de las veces) que se asigna en función del lugar del disparo, la distancia al arco y el ángulo, así como la parte del cuerpo (cabeza, pie u otro) con la que se remata al balón, añadiendo a la variable la velocidad de la jugada, el pase que precede –si lo hay– al disparo.