Esta bellísima historia de amor cuenta sobre un hermoso gato atigrado que vivía una vida tras otra porque al morir volvía a nacer: “Un millón de personas lo había mimado y un millón de personas lo había llorado cada vez que moría. Pero el gato no lloró ni una vez”. Las diversas vidas del gato pasan como un caleidoscopio de posibilidades hasta que ese hiperbólico millón de ensayos lo dejan inerme en una vida verdadera cuando se enamora.