“La muerte subía en ascensor hasta el último piso de la torre plateada”, dice la narración. “Que la llamasen al último piso no era habitual, ni siquiera para ella, y eso la había puesto un poco nerviosa”. Pocas viñetas más tarde, es despedida. Resulta que está por nacer un niño que “traerá la vida eterna” a la especie humana, por lo que sus servicios claramente no van a ser tan requeridos. Es el inicio de una historia que combina la poesía urbana del guionista indio Ram V y el trazo bien europeo del dibujante Felipe Andrade.