En la mejor tradición del famoso Buscabichos de Julio C Da Rosa, el libro de Jorge Cravino juega con palabras, emociones y también datos científicos para redescubrir una veintena de especies de nuestra fauna y mostrarnos secretos naturales al alcance de la mano.
Los versos del libro germinaron por décadas, primero cuando Cravino era un entusiasta de la naturaleza y luego cuando pasó a ser integrante de la división Fauna Silvestre del Estado, donde estuvo cerca de 40 años.
Igual que Buscabichos, Prosas y poemas del Uruguay silvestre busca contagiar la sensación de descubrimiento y asombro ante la naturaleza de una forma evocadora, que no apela a tecnicismos o al compendio de datos sino a la rica experiencia de los sentidos cuando observamos con atención a los animales que nos rodean. Los animales no aparecen solo en palabras. En línea con la veta poética de los textos, cada capítulo va acompañado de una acuarela de Daniela Martínez Masliah que resalta la intención narrativa más que técnica de la obra.
La preocupación por la conservación de nuestra biodiversidad tiene mucho que ver con la forma en que está escrito el libro y con el espíritu que transmiten sus páginas. Su autor reconoce que trabajar en ambientes de decisión sobre fauna silvestre en Uruguay puede ser frustrante y solitario, como comprobó durante sus años como director de Fauna. Fue esa experiencia, con éxitos pero también muchos fracasos, la que le hizo ver que es necesario comunicar de otra manera la conservación si el objetivo es despertar interés en el cuidado del ambiente y detener el declive progresivo de una naturaleza “invadida, agredida y esquilmada por la tecnología”.