Auster ataca el problema de la tenencia de armas en Estados Unidos desde distintos ángulos. El más atractivo, por su firma, es el biográfico: cuenta cómo su abuela dio muerte a su abuelo cuando su padre era un niño. También se anima con el ensayo histórico, y sugiere que el discurso sobre el derecho a portar armas se intensificó luego de que en la década de 1970 los Panteras Negras lo adoptaran, para luego ser reconvertido por la reacción conservadora. Las fotografías de Ostrander son una contracara sutil: no son tomas de tiroteos masivos, sino fachadas de diversos lugares donde tuvieron lugar esas salvajadas.