Este martes a partir de las 10.00, los trabajadores de la planta de Ancap en el aeropuerto internacional de Laguna del Sauce se movilizarán contra la privatización del servicio de aerocombustibles y en reclamo de los puestos laborales.

La Federación Ancap (Fancap) fue alertada de esa resolución por los trabajadores de Laguna del Sauce, luego de una recorrida que realizaron gerentes del ente en Maldonado. Natalia Belo, secretaria general de Fancap, dijo a la diaria que no se comunicaron con el sindicato para informar sobre esta decisión.

Belo lamentó la decisión de la empresa y recordó que hace unos cuatro meses el directorio de Ancap les transmitió que todavía estaban “muy lejos” de privatizar los aerocombustibles, pero en los últimos días la situación cambió.

“Hay negociaciones que no parecían estar avanzadas y de repente nos enteramos que están casi cerradas”, señaló la sindicalista.

El servicio que actualmente brinda el ente en los aeropuertos de Laguna del Sauce y Carrasco es valorado positivamente por distintas aerolíneas internacionales, según Belo.

Sin embargo, el Consorcio Aeropuertos Internacionales S.A (CAISA), que tiene la concesión del aeropuerto de Laguna del Sauce hasta 2033, será la empresa que operará este servicio, señala el sindicato.

“No es una buena estrategia achicar el ente. No existiría más la marca Ancap en los aeropuertos, eso es terrible. Además CAISA se dedica a otro tipo de servicios, no saben cómo es el manejo”, advirtió.

En la planta de Laguna del Sauce trabajan cuatro funcionarios pero, según Belo, el problema no es la cantidad de trabajadores sino la concepción de avanzar hacia una privatización. La sindicalista considera que el objetivo a mediano plazo del Poder Ejecutivo es “romper el monopolio y cerrar plantas”.

Fancap advierte que lo que está sucediendo en la planta de Laguna del Sauce también podría pasar en el aeropuerto de Carrasco. Belo lamentó que Ancap se entregue “de a pedacitos” a manos privadas, una postura que va en contra de la “opinión popular” que se manifestó en las urnas en el referéndum de 2003.