El debate que instaló el intendente de Maldonado, Enrique Antía, sobre la Ley 19.360 de tolerancia cero al alcohol a la hora de manejar continúa. En diálogo con El Observador, el jefe comunal manifestó que “el cero [alcohol] también atenta contra aquellas reuniones familiares donde tomás una copa o una cervecita; el camino debería ser diferente, con un 0,3; advertencia en primera instancia y después sí, te bajo la caña”.

Esto trajo la respuesta de diferentes referentes y actores políticos que se colocaron en la vereda de enfrente y discreparon con el intendente, entre ellos, el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, quien publico en Twitter: “Error conceptual. Sorry”.

El ministro agregó que hay diversas “alternativas” para transportarse en caso de haber tomado alcohol, como tener un “conductor designado” o moverse en “taxi, Uber, vans, bus, todos felices, comieron perdices... y escanciaron”, indicó.

Este viernes, en entrevista con Radio Sarandí, Antía le respondió al ministro: “Yo le voy a decir a Salinas que vaya a ver en San Jacinto o La Charqueada si hay Uber, no se puede pensar con cabeza de Montevideo”.

Para Antía, es “equivocado” el 0,0% de alcohol en sangre, ya que existen “otros caminos, que a la larga son mucho mejores”. “En el mundo funciona de otra manera, en países más desarrollados… Acá este tema del 0,0 capaz es porque no sabemos desarrollar una política de prevención y control”, consideró, y agregó que “hay otros caminos para darle más libertades a la gente y poder tener mejores resultados; siempre pensé esto, no es de hoy”.

Por otra parte, luego de sus primeras declaraciones, la fundación Gonzalo Rodríguez, una organización que trabaja para evitar las muertes por accidentes de tránsito en Latinoamérica, así como en promover la seguridad vial desde edades tempranas, le respondió a Antía mediante un hilo de Twitter, sosteniendo que sí existen estudios que indican que el alcohol en sangre, aunque sea en pequeñas cantidades, afecta al conductor.

“Ya en 1993 West, Wilding, French, Irving y Kemp demostraron que a bajas concentraciones de alcohol (0.2g/l de sangre) se pierde casi 1 segundo de reacción”, lo que equivale aproximadamente a unos 25 metros, escribieron.

Agregaron que Moskowitz y Fiorentino, en los 2000, o Schnabel, en 2011, demostraron que “a partir de una tasa de 0,3% varios procesos cognitivos como la atención dividida, el tiempo de respuesta, la percepción, el control de las acciones, la función ejecutiva y la asunción de riesgos se ven afectados”.

Desde la fundación señalaron que, en abril de 2000, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) realizó un “metaestudio” con más de 109 estudios, lo que arrojó varios datos importantes que reafirman los efectos del alcohol al conducir.

En lo que refiere a áreas conductuales, se registraron “alteraciones con tasas de alcoholemia tan bajas como el 0,09. “En el momento que se alcanza una tasa de 0,3, el número de áreas conductuales afectadas es mayor que el número de no afectadas”, manifestaron.

Asimismo, indicaron que casi todos los estudios realizados en simuladores de conducción mostraron alteraciones causadas por el alcohol. Comunicaron también que provoca somnolencia, afecta la visión y la capacidad de discernir luminaria.

Antía fue consultado por Radio Sarandí sobre estos tuits y respondió que son “sin argumentos, sin datos técnicos nacionales. Acá falta información, el tema de los accidentes acá no es lo que están diciendo”.

El intendente apuntó que no existen políticas educativas sobre el consumo de alcohol y el manejo de vehículos: “No hay ninguna publicidad a nivel nacional, y esto abarca a todos los gobiernos, en políticas de juventud para educar a los jóvenes sobre el consumo de alcohol”, concluyó.