Si hemos realmente aprendido algo de esta epidemia, algo trasladable a la vida diaria, es que las medidas no farmacológicas para detener la transmisión de virus son trascendentes.
Si serán importantes los relatos, dado que, con todos estos datos bien a la vista, seguimos comprando el relato de que en Uruguay se manejó bien la pandemia por parte de este gobierno.
La crítica permanente al modelo chino, supuestamente “represivo”, de “cero covid” oculta que ha sido uno de los países con mejores resultados en términos de muertes por millón de habitantes.
La estrategia no debió basarse en estar preparados para atender los casos graves sino en que esos casos graves no existieran, blindando efectivamente al país en abril.
Estas políticas de promoción de la salud y de prevención del sobrepeso, la obesidad y las enfermedades no transmisibles no deberían estar sujetas a los cambios de gobierno. Deberían ser políticas verdaderamente nacionales.
El beneficio de mantener la presencialidad es claro. Sin embargo, debemos tratar de asegurar una presencialidad homogénea. No podemos permitirnos, como país, otro año de acceso tan inequitativo a la enseñanza.
Se falló al elegir los mecanismos de compra. No se exploraron otros caminos más que la suscripción al mecanismo Covax, y colocar todas las fichas en este mecanismo parece por lo menos temerario.
En este tiempo, se deberían haber realizado los cambios necesarios en el sistema de salud para poder hacer frente a los diferentes escenarios contingentes que pueden plantearse.
El gobierno debería aceptar generar un diálogo nacional, dejando de lado el discurso de que “todo es culpa de cómo dejó el Frente Amplio el país”. Por un lado, eso no es cierto. Por otro, aun si fuera cierto, no aporta.
Entre los cuidados de fin de vida debe contemplarse la posibilidad de hacer uso de la autonomía, solicitando y pudiendo acceder a los procedimientos de eutanasia o suicidio asistido.
El dinero y el esfuerzo que se destina al Programa de Alimentación Escolar, lejos de ser un gasto, debe considerarse una inversión. Y una inversión de las mejores que puede hacer un país.