Ignacio Álvarez, periodista y conductor de Santo y seña, programa que emite el canal 4, escribió una columna en su Facebook en respuesta a las críticas que recibió -entre otros, de la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU)- su último programa, centrado en un caso de abuso sexual a dos niñas, de tres y siete años. Álvarez afirmó que le “sigue costando creer cómo ninguno de los que salió a repudiar que entrevistáramos a una niña abusada, reconozca el logro de que en base a esa entrevista el juez encarcelara a la negligente madre de la niña y a su novio abusador”. Sostuvo que no hubo, como se afirmó, una “revictimización” de la niña porque “la periodista [en referencia a Patricia Martín, quien la entrevistó] fue sumamente empática y cuidadosa con la niña”. “Pero además, aun cuando revivir lo ocurrido le pudiera haber generado un malestar, no tengo la más mínima duda de que sería un precio bajísimo a pagar si con ese testimonio se logró poner fin al abuso que venía sufriendo, como terminó ocurriendo”, agregó. Afirmó que la abuela de las niñas acudió a Santo y seña “después de peregrinar por varios juzgados y comisarías, sin que nadie actuara” hasta que el programa presentó la denuncia.
Explicó que recurrieron al testimonio en primera persona de la niña porque “al momento de chequear la información, nada más contundente que el propio relato de la niña abusada”. Remarcó que la legislación no prohíbe entrevistar niños abusados y relató que dos días antes del informe, “una comitiva del INAU [Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay] se apersonó en el canal para solicitarnos que tomáramos los máximos recaudos a fin de proteger la identidad de los involucrados, pero subrayando que no procuraban que dejáramos de emitir los testimonios de las niñas (y al día siguiente me transmitieron su 'plena satisfacción’”.