Emanuel Álvarez Agis fue viceministro de Economía del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner entre 2013 y 2015. Afín al ex ministro Axel Kicillof, es, no obstante, uno de los pocos kirchneristas que han ensayado una mirada crítica sobre las acciones del gobierno anterior. Es, además, titular de la consultora PxQ. Respondió a la diaria sobre el contexto económico actual.

¿En qué medida estamos ante una crisis como otras tantas que ha tenido Argentina?

Si la reminiscencia es el 2001, la cuestión es muy diferente. No hay una crisis de solvencia, ni hay quiebra. Las familias, los privados y el Estado están poco endeudados. Lo que hay es una crisis de ingreso de dólares, que es distinto.

¿Cuánto hay de crónica anunciada, dado el fomento del gobierno de Mauricio Macri al ingreso de fondos especulativos?

Un dato clave de esta mañana [viernes] es que el Banco Central acaba de revertir una medida tomada hace exactamente un año, cuando había liberado la compra de dólares por parte de los bancos, con el argumento de que eso iba a generar una lluvia de dólares. Tuvo que revertir y poner una restricción en los mismos niveles que teníamos entre 2013 y 2015. El choque externo no es culpa del gobierno, pero este sí rompió todos los instrumentos que tenía para hacerle frente.

¿El anunciado aumento de tasas y el recorte en la obra pública prenuncian un escenario más recesivo para una economía que ya venía floja?

Por un lado, se descontaba un recorte en la obra pública. Esta situación lo pone más de relieve, en un presupuesto que ya era restrictivo. El Producto Interno Bruto en pesos va a ser más alto producto de la inflación, que puede ser tan o más alta que en 2017, y eso va a licuar el resultado fiscal. El desafío de la política monetaria es que sea un torniquete transitorio. Pero en un mercado tan desregulado, el riesgo es que cuando bajes las tasas no tengas de nuevo una corrida contra el peso. Estamos en un filo de navaja.

¿Cómo se sale de ese filo de navaja?

Al gobierno, por una cuestión dogmática y otra política, le está faltando una herramienta para enfrentar esta corrida particular: la venta de dólar futuro. En el comunicado de esta mañana, el Central empieza a abrir la puerta para usarla. Cuando te corren fondos externos, tenés que planchar la curva del dólar futuro, en una operación de pinzas con las tasas. El gobierno está usando sólo una de las patas de la pinza. Se fueron 60% de los fondos externos que habían entrado en 2017, y eso ocurrió en cinco días. Es una corrida muy importante.

¿Cómo evaluás la reacción de bancos de inversión y agencias de evaluación (Fitch ya bajó la nota), hasta ayer nomás tan elogiosos del perfil económico de Argentina?

El gobierno repitió un error tremendamente clásico y notorio de la política económica argentina. Habló con el corazón y le contestaron con el bolsillo. La argentina era la economía más vulnerable a shocks externos ya el año pasado, era de prever que iba a ser la más afectada; por eso fue la moneda que más se devaluó en el mundo. La reacción de los fondos especulativos es siempre racional, también lo era cuando nos corrían a nosotros. El problema es que el gobierno debería buscar una racionalidad más beneficiosa para el país y no para los fondos.