El presidente Tabaré Vázquez sostuvo ayer, tras una actividad con la empresa CUTCSA, que el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, ha sido “coherente”, en sus recientes dichos sobre Venezuela, con “las actitudes que ha tenido a lo largo de su accionar” en ese cargo, por lo cual aseguró que no le sorprendieron las declaraciones.

El mandatario dijo “discrepar totalmente” con Almagro, y anunció que “si hubiera un planteo de reelección [del ex canciller], el gobierno uruguayo no lo va a apoyar”.

Almagro asumió su actual cargo el 26 de mayo de 2015, y la votación para elegirlo se había hecho el 18 de marzo de ese año. El mandato de cada secretario general de la OEA dura cinco años, y es posible una sola reelección. Tanto Almagro como su antecesor, el chileno José Miguel Insulza, fueron elegidos en asambleas generales de la OEA que se desarrollaron después del 1º de marzo del año en el que cambiaron las autoridades de ese organismo, de modo que cabe prever que la próxima elección se hará cuando ya haya asumido como presidente de la República el sucesor de Vázquez, quien no tendría injerencia, al menos formalmente, en la decisión sobre el voto uruguayo. Además, el propio Almagro aseguró en 2015 que no buscaría ser reelecto, con el argumento de que la OEA debería funcionar en forma más dinámica, lo que implicaba, a su entender, una necesaria rotación del secretario general cada cinco años.

Pablo Mieres, senador y líder del Partido Independiente, comentó que la declaración de Vázquez fue “totalmente impertinente”, ya que comprometió “una postura más allá de su mandato, y esas cosas no se deben hacer”. Además, interpretó que los dichos del presidente tienen como única consecuencia “anclar más a Uruguay en esa postura de seguir sosteniendo a un gobierno corrupto”, en alusión al venezolano. Mieres dijo que no comparte las declaraciones de Almagro –quien comentó que no hay que descartar una intervención militar en Venezuela, aunque luego se desdijo–, pero que “es mucho más grave lo que hace [Nicolás] Maduro”.

En cambio, el diputado comunista Gerardo Núñez interpretó que Vázquez habló en el marco de la búsqueda de una “política de Estado”: “Uruguay siempre ha intentado una solución pacífica de los conflictos, y esto se puede interpretar como una voluntad general más allá de un período de gobierno. Ha habido expresiones hasta del Grupo de Lima, que no es precisamente amigo de Venezuela, cuestionando la postura de Almagro. El país tiene que promover el diálogo y no aquellas acciones de carácter más injerencista o de acciones militares”.