Así surge del análisis realizado en “Impactos económicos y distributivos de la Reforma Tributaria de 2007”, un trabajo realizado, además de Llambí, por Silvia Laens, Marcelo Perera y Mery Ferrando, economistas de la consultora Cinve, que fue presentado el pasado viernes y formó parte de las exposiciones realizadas esta semana en el marco de las Jornadas de Economía del Banco Central.
El trabajo se centra en los cambios generados a partir de la entrada en vigencia del nuevo sistema tributario, el 1º de julio de 2007, no incluyéndose en él las modificaciones posteriormente introducidas.
El trabajo se centra en la implementación del IRPF suplantando al Impuesto a las Retribuciones Personales (IRP), y en las reducciones de un punto en la tasa del IVA básico, de 23% a 22%, y de cuatro en su tasa mínima, de 14% a 10%. Además, analiza la eliminación de la Contribución para el Financiamiento de la Seguridad Social (Cofis) y del Impuesto Específico a los Servicios de Salud (Imessa); las modificaciones para la uniformización de los aportes patronales para todos los sectores; y la supresión del Impuesto a la Renta de Industria y Comercio (IRIC) y del Impuesto a la Renta Agropecuaria (IRA), además de la incorporación del Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE).
El informe señala que la Reforma Tributaria contribuyó a la reducción de la pobreza y de la desigualdad, afirmando, también, que es expansiva en términos de actividad y empleo, pese a aumentar la carga impositiva. Cuando aumenta la recaudación del gobierno debido a la estricta aplicación de la Reforma se produce un crecimiento del empleo y del salario, y una reducción del desempleo, lo que genera un efecto positivo de equilibrio general sobre el ingreso promedio de los hogares y sobre la pobreza, sintetiza el estudio.
Más parejo
Según explicó Llambí a la diaria, entre las conclusiones a las que arriba el trabajo se destacan los impactos generados por el conjunto de cambios impositivos, y no sólo por la eliminación del IRP y la incorporación del IRPF. “Es importante medir y evaluar el conjunto de la Reforma Tributaria, mirarla toda en su globalidad y no sólo el IRPF, que, en general, es lo que siempre se miró y genera mayor polémica; porque si bien éste tuvo impactos importantes, hay otros efectos que son de mayor magnitud, que están dados tanto por el IRPF como por las modificaciones en todo el resto del sistema impositivo que trajo consigo la reforma”.
Según detalló la experta, las modificaciones impositivas generales tuvieron mayor impacto sobre la reducción de la pobreza, mientras que el traspaso del IRP al IRPF tuvo su mayor repercusión en la reducción de la desigualdad. “La reducción de la desigualdad se explica casi exclusivamente por el IRPF; la reducción de la pobreza no: se explica en parte por el IRPF pero en mayor medida por todos los demás cambios”, aseguró.
Llambí remarcó que existe un debate respecto de la forma más eficaz para redistribuir, y que “en general hay cierto consenso” en que la forma más efectiva es a través del gasto público y no mediante los sistemas tributarios. Sin embargo, puntualizó, el anterior régimen impositivo era “muy malo” en términos de distribución y se debe “lograr un buen equilibrio entre eficiencia y equidad”. “Un resultado importante de este nuevo sistema tributario es que mejora tanto la eficiencia como la equidad, que no es tan fácil de lograr. Partíamos de un sistema tributario anterior muy malo y distorsivo, pero este nuevo lo ha mejorado”, remarcó la economista.
Con relación a las propuestas realizadas por la oposición en el marco de la campaña electoral, en el sentido de aumentar el mínimo no imponible del IRPF o de eliminar el Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social (sustituyó al IRPF a los jubilados), Llambí sostuvo que las modificaciones sobre los impuestos a la renta “no lograrían impactos muy significativos”. En cambio, afirmó, la reducción de impuestos indirectos, como el IVA, tiene mayores efectos sobre la población. “Los sectores de menores ingresos ya tienen tasas bajas o nulas [de IRPF], entonces más redistribución por ese lado es difícil. Sin embargo, sí hay margen para reducir en impuestos indirectos, que afectan a toda la distribución”, concluyó.