El VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) terminó ayer con una presencia inesperada: la de Fidel Castro, quien había anunciado que no iría al encuentro, aunque había respaldado las medidas tomadas por su hermano, el presidente cubano, Raúl Castro. “Conocía el informe del compañero Raúl al Sexto Congreso del Partido. Me lo había mostrado varios días antes por su propia iniciativa”, indicó en la última edición de su columna, “Reflexiones”, publicada el lunes.
En el mismo escrito respalda las propuestas de ese informe del presidente cubano, en especial la que limitaría los “cargos políticos y estatales fundamentales” a un máximo de dos períodos consecutivos de cinco años. La columna, publicada en los medios cubanos, se tituló “Mi ausencia del Comité Central”, en referencia a su renuncia a ocupar cargos en el PCC, que fue oficializada ayer.
La repentina presencia de Castro en el Congreso fue recibida con aplausos de los 1.000 delegados presentes. Tal como se esperaba, Raúl Castro, de 79 años, fue elegido como nuevo primer secretario del PCC en sustitución de su hermano, y como segundo secretario fue elegido el primer vicepresidente cubano, José Ramón Machado Ventura, un histórico dirigente de la revolución cubana, de 80 años.
Con estas designaciones quedaron por el camino las especulaciones acerca de que el elegido para el cargo de número dos del partido podría perfilarse como el sucesor de Castro, que ha llamado al recambio en los cuadros del comunismo cubano.
De los 115 miembros del Comité Central del PCC, en el Congreso se renovó la mitad, así como todo el Buró político, cuya cantidad de integrantes se redujo de 24 a 15 personas.
Raúl Castro asumió su nuevo cargo en el PCC y subrayó: “Fidel es Fidel, no precisa de cargo alguno para ocupar siempre un lugar cimero en la historia, en el presente y en el futuro de la nación cubana”.