Manur, La Colmena, Coopseur, Cootrase, General Flores, Egea, Alborada, A pesar de todo y Caminando son los nombres de las cooperativas que integran la Corporación Urbana, primera corporación de cooperativas de Uruguay. Muchos de sus integrantes (de un total de más de 360 trabajadores) estuvieron presentes ayer en la firma de un convenio de cooperación entre la Intendencia de Montevideo (IM), el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el de Industria, Energía y Minería, el de Desarrollo Social, y el Instituto Nacional de Cooperativismo (Inacoop).

El documento se formalizó ayer en la sala de acuerdos de la IM, donde hay una extensa mesa de madera y sillas de época. Fueron varios los cooperativistas que bromearon con la idea de que eran ellos los que tenían que estar sentados en los asientos que ocupaban autoridades departamentales, nacionales y del cooperativismo. También fueron muchos los que sacaron su celular para tomar fotos y registrar el momento y los detalles del salón. Mabel Lamadrid fue la cooperativista que habló en nombre de los trabajadores de la corporación. Dijo con firmeza que si bien carecen de capital de giro tienen “otras fortalezas”, siendo la fuerza de trabajo su “gran capital”. Valoró su capacidad de autonomía, sus convicciones ideológicas, valores y principios cooperativos, al igual que las facilidades laborales que brinda el acuerdo firmado, que posibilitará que los trabajadores presten servicios para la División Espacios Públicos, Hábitat y Edificaciones de la IM.

Todo legal

La ley 18.407 define una Corporación Cooperativa como la “asociación empresarial constituida mayoritariamente por cooperativas de primer y segundo o ulterior grado, que tienen por objeto la definición de políticas empresariales, su control y, en su caso, la planificación estratégica de la actividad de sus socios, así como la gestión de los recursos y actividades comunes”.

“La corporación supone que, sin que desaparezcan las cooperativas individuales, puedan dar servicios comunes, tener una administración o una gerencia común, o que se puedan presentar juntas a licitaciones”, detalló a la diaria Danilo Gutiérrez, director ejecutivo de Ina
coop. En este caso, la corporación está conformada por cooperativas sociales y de trabajo; las primeras están integradas básicamente por trabajadores en situación de vulnerabilidad económica y social. Para Juan José Sarachu, presidente de Inacoop, el acuerdo representa “ir un paso adelante” en materia de cooperación y que no es una cuestión “de pobres para pobres”, sino que puede generar grandes emprendimientos que conduzcan “a la renovación que todos queremos, hacia una economía mucho más humana”.