Uruguay fue el único país que adoptó la propuesta del empresario estadounidense Nicholas Negroponte, One Laptop Per Child, para entregar a cada niño una computadora. Hasta ahora el Plan Ceibal ha entregado 570.000 laptops a alumnos y docentes de educación primaria y media pública. Miguel Brechner, presidente del Plan Ceibal, dijo a la diaria que comenzaron a reemplazarse las máquinas que fueron entregadas en 2008 (cerca de 75.000), que se cambian al cumplir el quinto año, y que en 2013 se cambiará la mayoría de aquella primera camada, las que correspondieron a los alumnos de Montevideo y Canelones.

Ahora el organismo está incursionando en nuevos emprendimientos. En junio se empezará a implementar el proyecto piloto de dictar clases de inglés mediante videoconferencias con docentes radicados en el exterior, del British Council, de Reino Unido. Brechner comentó que se aplicará en 20 escuelas de Salto, Paysandú, Maldonado y Pando (Canelones). Paralelamente se están instalando salas de videoconferencia en todo el país, en centros de formación docente, liceos y escuelas, que servirán para los cursos de inglés y para educación a distancia. Por otra parte, comenzará a implementarse el proyecto de robótica educativa, mediante el que se utilizarán robots en las aulas para profundizar conocimientos de física, matemática, lógica y programación, y ya se está instalando una plataforma de gestión de contenidos.

Brechner dijo sentirse “extremadamente satisfecho” porque “hace cinco años nadie pensaba que esto se pudiera hacer”. “En 2006 era un privilegio tener una computadora, en este momento es un derecho”, destacó. Señaló que los niños y adolescentes “están en el mundo moderno del siglo XXI” y pueden usar la tecnología, leer, sacar fotos, escuchar música, crear videos y programar.

Apropiación de adultos

Flor de Ceibo es un proyecto de investigación y extensión de la Universidad de la República desarrollado desde 2008 mediante equipos interdisciplinarios que colaboran en el proceso de apropiación de los recursos tecnológicos del Plan Ceibal.

Beatriz Amorín, una de las coordinadoras de Flor de Ceibo, destacó en diálogo con la diaria algunos cambios producto de introducir la tecnología en el aula. Los alumnos ya no se limitan a copiar del pizarrón, sino que “cada niño puede tomar decisiones, bajar un programa, subir materiales, utilizar un pendrive. [La computadora] promueve tomar decisiones sin estar tan controlado por la perspectiva del docente”.

La motivación de los docentes fue un obstáculo inicial que sufrió el plan, pero la coordinadora indicó que “las transformaciones educativas son siempre a largo plazo”. En este caso, anunció que se está pasando a una segunda etapa, sobre todo en departamentos como Florida, donde lleva más tiempo de aplicado. “Hay un primer tiempo que es de apropiación tecnológica de los maestros”, dijo y detalló que los docentes debieron primero conocer la máquina y apropiarse del sistema operativo. Comentó que ahora “están demandando conocimientos de cómo relacionar la tecnología con los planes de estudio, cómo articular lo digital con los contenidos curriculares”. Para atender el reiterado reclamo, Flor de Ceibo gestionará en 2012 esa demanda con grupos de estudiantes interdisciplinarios, y Amorín indicó que el pedido también está siendo atendido por los contenidistas del Plan Ceibal.

En este proceso, la coordinadora agregó que se detecta un cambio de actitud en los padres. Mencionó que la ceibalita fue promovida como un objeto del niño y que los padres se mantuvieron un tanto al margen al inicio pero que en los últimos tiempos “hay una necesidad de los padres de empezar a ayudar a sus hijos en los deberes”. El proyecto comenzará a trabajar con los adultos, para atender también su demanda.