“Soy el responsable de garantizar que no va a haber una guerra civil”, dijo ayer el presidente de Paraguay, Federico Franco, en el marco de una conferencia de prensa tras el nombramiento de su ministro de Hacienda, Manuel Ferreira. Ayer también asumió el cargo el nuevo director de la Televisión Pública, Carlos Filippi, luego de que su antecesor, Marcelo Martenissi, renunciara el viernes tras la destitución del presidente Fernando Lugo. En la sede de este canal, ubicado en el centro de Asunción, se concentran las manifestaciones en repudio al gobierno instalado por Franco. Desde el viernes movimientos de estudiantes y campesinos permanecen en “vigilia” con la consigna: “No al golpe, sí a la democracia. Justicia social y paz. Resistencia pacífica”.

Entre la sociedad civil no organizada hay miedo. Las personas comenzaron a seguir más de cerca lo que pasa mediante los informativos nocturnos y si bien muchos ven con ojos críticos la destitución de Lugo, consideran que es mejor “no correr riesgos” en manifestaciones públicas. “La gente tiene miedo de las consecuencias económicas que puedan traer las decisiones del Mercosur o de la Unasur. Pero sobre todo ve en esto un Marzo Paraguayo”, resumió un taxista en diálogo con la diaria en referencia a lo acontecido el 23 de marzo de 1999. En esa fecha fue asesinado el entonces vicepresidente de Paraguay Luis María Argaña, lo que causó una crisis política y la renuncia del presidente Raúl Cubas. En el marco de las protestas que desataron la muerte de Argaña murieron siete manifestantes contrarios al gobierno.

“Nos tienen miedo porque no tenemos miedo”, decía uno de los grafitis y pancartas que vestían toda la cuadra donde está ubicada la Televisión Pública. “La prensa está vendiendo esto del Marzo Paraguayo. Mi propia esposa no se anima a venir. El pueblo teme por esas cosas que salen en la prensa”, dijo a la diaria Darío Martínez, miembro de base del Movimiento Campesino Paraguayo.

“Los medios comerciales desinforman y nos roban nuestro derecho a la comunicación”, era otra de las frases que se leían en los grafitis repartidos a lo largo de la cuadra. Allí estaban distribuidos colchones, carpas, el fueguito de una olla popular y un micrófono abierto todo el tiempo, por el que dirigentes estudiantes y campesinos se expresaban en contra del gobierno de Franco en castellano y en guaraní. “Dicen los medios que en Paraguay no pasa nada, pero desde el sábado estamos haciendo esta vigilia”, dijo la dirigente estudiantil Cecilia Vuyk durante una oratoria en la que destacó como positivas las acciones de los países de la región, en particular el llamado a consulta de los embajadores y la suspensión de Paraguay en la cumbre de Mendoza que celebrará el Mercosur el viernes.

El objetivo de los manifestantes es “restaurar la democracia”, señalan. “Lo que queremos es restaurar el orden democrático, con el único presidente constitucional que es Lugo. Eso es innegociable. El adelanto de elecciones es un ropaje, un lavado de cara al neoliberalismo y que ha llevado al Estado a un golpe”, dijo Jorge Galeano, uno de los principales referentes nacionales del Movimiento Agrario y Popular.

Esta opinión es unánime entre los campesinos organizados en varios movimientos como también su reclamo de una reforma agraria, una de las principales promesas de Lugo al asumir su mandato. “Si en el Parlamento no salía esta reforma, era imposible que Lugo la ejecutara. A pesar de esto tuvimos un programa de desarrollo. Por ejemplo, se entregaron 5.000 viviendas populares”, destacó Martínez. A su vez, Galeano atribuyó la postergación de la reforma agraria a “la falta de funcionamiento de la Justicia”, en la que, dijo, existen funcionarios terratenientes. “Tampoco podemos decir que el Ejecutivo en la persona de los ministros encargados del área agraria, que también fueron liberales, no pudieron hacer nada, porque defienden a los latifundistas”, apuntó.

Informados y uniformados

Durante la tarde los efectivos policiales que custodiaban las manifestaciones eran una decena y se mantuvieron por fuera de las vallas al final de la cuadra. No obstante, desde el movimiento estudiantil se denuncia que el lunes sobre las 7.00 de la mañana un “contingente importante de policías” intentó entrar a la fuerza a la Televisión Pública.

“Rápidamente hicimos un cordón humano de varias líneas y se retiraron, pero siempre están apostados. [...] La información que teníamos es que estaba por llegar el nuevo ministro de la Secretaría de Información y Comunicación para el Desarrollo (Sicom), Martín Sannemann, pero nunca llegó”, relató a la diaria Concepción Oviedo, integrante del Movimiento Estudiantil Crear.

Al consultarlo al respecto, el encargado de Policía, subcomisario Pablo Benítez, respondió escuetamente que “la única orden” que tiene del Ministerio del Interior es “brindar seguridad”, tanto a los transeúntes como a los manifestantes. Acerca del episodio del lunes, Benítez se limitó a afirmar: “Queríamos resguardar el local pero ya está todo en orden. Gracias a Dios está todo en orden”.

Los estudiantes también denuncian que el viernes, luego de que Franco asumiera como presidente, Cristian Vázquez -un hombre de confianza del sustituto de Lugo, que habría sido considerado en un primer momento candidato a titular de la Sicom- acudió a los controles de la Televisión Pública que transmitía en vivo las manifestaciones y exigió saber “dónde estaba el botón que lo apagaba todo”. Según Oviedo, éste fue uno de los detonantes que llevaron a la decisión de permanecer en “vigilia”. La estudiante dijo que ésa “era de las primeras medidas de Franco, de censurar, y de censura a la Televisión Publica”.

Tras una reunión con el nuevo director de la Televisión Pública (ver http://ladiaria.com.uy/articulo/2012/6/franco-desarrollo/), la vocera del colectivo de trabajadores, Jazmín Acuña, informó a los manifestantes que “ya no tiene garantías” de que “Micrófono Abierto” -un espacio que se traslada a los distintos puntos de Asunción y que pone el micrófono a disposición de la gente- continuara al aire. “No puedo dar garantías de que esto vaya a seguir porque ya tenemos aquí instalados a los nuevos jefes, que están tratando de meter la mano en la programación. El colectivo de trabajadores no acepta eso. Hay una mesa negociadora que está hablando con el ministro de que se establezcan condiciones para poder trabajar. Nos piden que este canal se mantenga independiente y nosotros entendemos esta independencia como el señor Martenissi al frente de la Televisión Pública. No tiene por qué cambiar de dirección cuando cambia el pueblo. Seguimos resistiendo desde acá; éste es un gobierno de todos y de todas”, afirmó.