Junto con gorros, documentales sobre la minería a cielo abierto y el modelo forestal en formato DVD y librillos del ideario artiguista, una mesa ofrecía banderas de Asamblea Popular a 150 pesos. Más que estar enarbolados, los estandartes descansaban mayoritariamente sobre los hombros de algunos de los 200 militantes que llenaban la fonoplatea. La edad promedio era de 60 años. Por entre las sillas blancas, una militante de unos 70 ofrecía rifas de 20 pesos: el premio era un reloj blanco de pared.

Fue el historiador y docente Gonzalo Abella quien abrió la noche, encargado de “explicar el marco histórico” del acto. Según contó, el 29 de junio de 1815, en el Arroyo de la China, ocurrió “el acontecimiento más importante de la Liga Federal”: el autoproclamado Congreso de los Pueblos Libres y Federados, que “los historiadores masones y burgueses se encargaron de minimizar”, al renombrarlo Congreso de Oriente. Según el historiador, allí los excluidos por la Junta de Buenos Aires -“indios agauchados, negros esclavos prófugos, paisanos analfabetos”- gestaron la primera proclama de independencia, basada en las Instrucciones del año XIII. Abella cerró su intervención diciendo que “desde la historia nos están mirando aquellos hombres” y comparó aquel hecho con el acto que se desarrollaba, que calificó de “acontecimiento histórico”. En la misma línea de conmemoración, el 19 de junio se hicieron fogones artiguistas en Montevideo y localidades de Canelones, San José, Maldonado, Treinta y Tres, Durazno y Paysandú.

Juntando las manos

Asamblea Popular, Comisiones Unitarias Antiimperialistas (Comuna), Movimiento 26 de Marzo, Movimiento Revolucionario Oriental, Movimiento de Defensa de los Jubilados, Partido Comunista Revolucionario, ProUNIR, Partido Bolchevique del Uruguay, Refundación Comunista, Movimiento Avanzar, Movimiento Revolucionario Artiguista, Partido Humanista, Intransigencia Socialista y el Partido Ecologista Radical Intransigente fueron las agrupaciones convocantes; la última, que no tuvo representante ante el micrófono, fue “saludada” por los presentadores.

Un gran porcentaje de los grupos y partidos presentes estaba conformado por ex militantes frenteamplistas, como el Movimiento 26 de Marzo, que abandonara el Frente Amplio (FA) en 2008, y Asamblea Popular, integrada en 2006 por grupos escindidos del entonces partido de gobierno. Si bien la mayoría de las agrupaciones era de Montevideo, también las había del interior del país: según comentaron a la diaria militantes del Movimiento Revolucionario Artiguista de Maldonado, alrededor de 50 fernandinos viajaron en un ómnibus contratado para acudir al acto.

Las intervenciones de los hablantes duraron un promedio de cinco minutos, aunque si los aplausos lo avalaban podían extenderse un poco más. Fue Selva Pérez, del Movimiento Avanzar, quien arrancó el primer aplauso masivo al señalar que, si hubiese obtenido el apoyo de quienes para manifestar disconformidad con las políticas del FA votaron en blanco en las últimas elecciones presidenciales, Asamblea Popular habría conseguido “un lugar en el Parlamento para Helios Sarthou”. Pérez manifestó que uno de los objetivos era focalizarse en “el frenteamplista [al] que posiblemente todavía le quede honestidad y esté prendido al FA por un hilo de nostalgia”.

El segundo orador, Orlando Zeballos, del Partido Refundación Comunista, marcó también uno de los temas recurrentes de la noche, al saludar al “pueblo hermano paraguayo”, ante la “ofensiva imperialista, golpista, que tiene de alguna forma la impronta del capital financiero”, que significó la destitución de Fernando Lugo. Más tarde, Ricardo Cohen, secretario del Partido Comunista Revolucionario, matizaría el apoyo: “Al igual que otros gobiernos de América Latina, como el nuestro, [Lugo] prometió llevar adelante medidas salvadoras del pueblo y no lo hizo, compañero. Y la historia se lo está cobrando”.

“Hoy los meteorólogos pronosticaban alertas amarillas y naranjas, y una vez más se equivocaron: hoy tendrían que haber dicho que era una alerta roja, ¡la del pueblo organizado!”, proclamó Eduardo Rubio, en representación del Movimiento 26 de Marzo. “En esta sala repleta se expresa lo mejor de este pueblo: acá están los trabajadores, los estudiantes, los jubilados, los intelectuales, los artistas, los pequeños y medianos productores”, expresó, y alguien de la platea agregó: “¡Las mujeres, las amas de casa, compañero!”. “Obvio, para completar el cuadro”, aceptó Rubio. No hubo en toda la noche mayores referencias a los reclamos de género. Señaló que uno de los objetivos de relevancia es lograr un puesto en el Parlamento: “Un diputado no hace la revolución, pero qué distinto sería Uruguay si cuando atacan a un compañero trabajador y lo sancionan, o cuando allanan un asentamiento, o cuando privatizan, o cuando venden el país, hubiera una voz que se levantara para romper el discurso monocorde y monolítico” del partido de gobierno.

Roberto Curbelo, miembro de Intransigencia Socialista, recordó al frenteamplista José Pedro Cardoso -fallecido en 1997-, que en 1971 “cuestionaba al gobierno de Jorge Pacheco Areco y las Medidas Prontas de Seguridad [...] y saludaba a los presos políticos, los mismos que hoy están en el gobierno, como José Mujica”. “Alcahuete de los gringos”, agregaron desde las sillas. Saludó a “los presos políticos de este gobierno”: “Los trabajadores del taxi presos, Daniel Lamarthée y Héctor Lacuesta”, en referencia a los dos empleados que resultaron procesados por delito de lesiones con agravante de violencia privada y atentado a la propiedad privada, en “escraches” ocurridos el 1º de mayo. Saludó también a las nuevas agrupaciones de trabajadores bancarios, Federación de Trabajadores de la Banca Oficial (Fetrabo) y Asociación de Funcionarios del Brou (Afubrou), que “rompieron con un sindicato obsecuente con el poder como lo es AEBU [Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay]”.

Después de las intervenciones se leyó la proclama de Construcción de la Unidad Popular (CUP), luego de la cual la mayoría de los presentes entonó, brazo izquierdo levantado, “La internacional”.

En diálogo con la diaria, Eduardo Rubio contó que los próximos pasos de la agrupación incluyen consolidar acuerdos para crear un programa común y discutir cómo se presentará la agrupación a las elecciones de 2014, temas a conversar en la mesa coordinadora, y calificó la respuesta de la convocatoria como “más que alentadora”. Mientras, de fondo, un militante armado con su guitarra cantaba desde el escenario las estrofas: “Se llama frente, y está en el fondo / el monetario internacional”.