Ayer de mañana se llevó a cabo una nueva reunión de Consejos de Salarios del grupo 22, “Ganadería, agricultura y actividades conexas”. La ronda comenzó con una propuesta inicial de la Unión Nacional de Asalariados, Trabajadores Rurales y Afines (UNATRA), presentada el 30 de abril, que fue rechazada por las patronales rurales. En ese contexto el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) elaboró una propuesta intermedia que fue analizada por la delegación del sindicato en la negociación de ayer.

Marcelo Amaya, delegado de la UNATRA, explicó que los trabajadores valoran la propuesta del Poder Ejecutivo y la intención de firmar un convenio, pero puntualizó: “La solución presentada no genera modificaciones sustanciales en la situación del trabajador rural, y por eso no estamos dispuestos a firmar un convenio que sólo sea un símbolo”.

Amaya afirmó que la postura de la UNATRA “es seguir negociando, pero ya no tenemos mucho margen para movernos, porque desde que arrancamos los únicos que hemos tenido que adaptarnos y movernos fuimos nosotros, ya que la patronal no ha cedido y además no ha propuesto nada, sólo se ha dedicado a rechazar nuestras propuestas”.

Una de las propuestas del MTSS que los trabajadores no piensan aceptar es el aumento salarial. “En un principio habíamos propuesto un salario mínimo de 14.000 pesos y al ser rechazado estuvimos dispuestos a bajarlo a 12.000 y que aumentara en tres meses. Pero ahora se propone que haya un aumento de 5% para los salarios de 12.000 y encima para la categoría de administrador, cuando nosotros proponíamos que fuera para la categoría de peón especializado. En eso no vamos a ceder”, advirtió Amaya.

También está el problema de la prima por nocturnidad, que los trabajadores quien aumentar a 30% y el Ejecutivo a 20%. “No podemos negociar a la baja, por eso seguimos exigiendo el 30%”, aseguró Amaya, quien manifestó que la intención de la UNATRA es recuperar el 100% de los jornales caídos, es decir, aquéllos que los trabajadores no pueden concretar por factores como el clima.

Por otra parte, los trabajadores rechazan la partida de 200 pesos por mes para gastos de herramientas propuesto por el gobierno. Consideran que “son escasos”. “Se gasta mucho más que eso. Los datos que manejan los patrones y el ministerio sobre el deterioro de las herramientas es equivocado. El recado por lo general no dura más de tres años, y el costo lo debe cubrir el trabajador [la UNATRA estima que asciende a unos 15.000 pesos], pero para el Ejecutivo dura 15 años”, se quejó el sindicalista.

Otro punto que los trabajadores rechazaron es la iniciativa de los empresarios para que las empleadas domésticas rurales cobren menos que los peones, lo que para Amaya “significa una discriminación de género que además demuestra el desconocimiento de que la mujer es parte fundamental del trabajo de producción rural”.

El miércoles 20 se va a llevar a cabo un nuevo encuentro en el que los trabajadores deben responder si aceptan la propuesta del MTSS. Amaya anticipó: “No podemos formalizar algo así, tan lejano a la realidad y a lo que fue nuestra propuesta inicial. El Poder Ejecutivo no ha tenido en cuenta la actitud de cada parte en las negociaciones. Mientras que los empresarios no han hecho ninguna propuesta ni cedieron en su posición, los trabajadores hemos tenido siempre vocación de negociar y dialogar; sin embargo, la propuesta del Ejecutivo parece contemplar las reivindicaciones de los patrones, por algo en la última reunión los empresarios se pegaron a la propuesta del Ejecutivo”.

El Poder Ejecutivo había fijado el plazo para firmar los convenios colectivos para finales de octubre, pero dada la cantidad de grupos que no habían llegado a un acuerdo se decidió prorrogar la negociación.