Por primera vez desde la introducción de los cultivos genéticamente modificados (transgénicos), los países en vías de desarrollo sembraron más hectáreas que los industrializados.

Los datos surgen del informe publicado el viernes 22 por el Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agro-Biotecnológicas (ISAAA, por su sigla en inglés), que recoge datos sobre la evolución del área sembrada con estos cultivos durante 2012. Las cifras destacan además que los países en desarrollo sembraron 52% de los cultivos genéticamente modificados (GM). El año pasado también marcó un crecimiento de 100 veces en el área sembrada con cultivos transgénicos, con 170 millones de hectáreas, en comparación con las 1,7 millones cultivadas durante 1996, año en que estos cultivos comenzaron a ser masivamente sembrados.

“Los cultivos GM son la tecnología de más rápida adopción en la historia reciente de la agricultura”, señaló Clive James, autor del informe anual y director-fundador de ISAAA. El informe interpreta que el aumento de las hectáreas cultivadas en los países en desarrollo tiene que ver con que en dichos países “cada vez son más los beneficios de cultivar transgénicos”, los que, según James, tienen mejores rendimientos, permiten ahorrar combustible, tiempo y maquinaria, reducir el uso de pesticidas y obtener productos de mejor calidad y más ciclos de cultivo. En el período 1996-2012, millones de agricultores de más de 30 países plantaron más de 1.500 millones de hectáreas, un área 50% superior a los territorios de China y Estados Unidos sumados.

El reporte destaca además que de los 28 países que plantaron estos cultivos biotecnológicos durante 2012, 20 pertenecen al grupo de países “en desarrollo”. En la lista de países con mayor cantidad de hectáreas sembradas con cultivos GM, Uruguay se ubicó en el puesto diez, con una superficie total de 1,4 millones de hectáreas de soja y maíz, lo que representa un poco menos de 1% del total del área mundial de transgénicos.

La lista trans

La lista es encabezada por Estados Unidos, que en 2012 plantó 69,4 millones de hectáreas de maíz, soja, canola, algodón, alfalfa, papaya y calabaza genéticamente modificadas. La lista de los diez mayores incluye a Brasil, Argentina y Paraguay, además de China, Pakistán, India, Canadá y Sudáfrica. Por cuarto año consecutivo “Brasil fue el motor del crecimiento global en 2012, con un incremento de 6,3 millones de hectáreas, promediando un crecimiento de 21% anual”.

El informe de la consultora ISAAA, que se presenta como “una organización internacional sin beneficios”, destaca que este crecimiento “contradice las predicciones de los críticos, que antes de la comercialización de la semilla transgénica en 1996 declararon que este tipo de cultivos era sólo para los países industrializados y nunca serían aceptados y adoptados por los países en desarrollo”.

El informe señala que entre 1996 y 2012 “los transgénicos contribuyeron a la seguridad alimentaria, a la sustentabilidad y a enfrentar el cambio climático a través del aumento de la producción agrícola”. Según el trabajo, el aumento de la superficie plantada con transgénicos aportó “el beneficio ambiental” de usar 473 millones de kilos menos de pesticidas, una reducción de las emisiones en 23.000 millones de kilos de anhídrido carbónico, “equivalentes a retirar 10,2 millones de automóviles de las rutas”. Además se señala que contribuyó a conservar la biodiversidad y “aliviar la pobreza”, al ayudar a más de 15 millones de agricultores de escasos recursos y sus familias.