Los medios de prensa internacionales han prestado mucha atención en los últimos meses a la figura del presidente uruguayo, José Mujica. La mayoría de ellos se ha centrado en el estilo de vida “austero” que lleva el primer mandatario, en sus postulados filosóficos, y algunos han calificado a Uruguay como un país “adelantado” por la propuesta del gobierno de regular el mercado de la marihuana. La ONG holandesa Drugs Peace anunció tres días atrás su intención de proponer a Mujica como candidato al premio Nobel de la Paz por esta medida.

Ayer, en su audición radial semanal, Mujica hizo referencia a su popularidad en los medios internacionales. Señaló que no se trata de que él tenga “una imagen internacional muy positiva”, como “se dice por ahí”, sino que en realidad se tiene “una visión enormemente positiva del país, y el país le está regalando imagen a su presidente”.

Opinó que los uruguayos no se dan cuenta de “la imagen que el país ha generado”. Apuntó que sus coterráneos no valoran las “garantías laborales” que tienen, ni la “estabilidad política y jurídica”, ni el hecho de vivir en un país “altamente previsible”. Ello obedece, según dijo, a que “desde afuera” se mira al país “con números, con objetividad”, y en cambio “desde adentro” se evalúa a partir de “sensaciones de carácter informativo que van construyendo un modo general de pensar y de ver”. Calificó la situación de libertad de prensa como “defectuosa y enferma”. “No porque no exista libertad, sino porque se cae en el libertinaje, que es la deformación de la libertad”, aclaró.

Pasó a detallar los elementos del diagnóstico: “verdades a medias” que “pululan”; la “constante eliminación de los contextos que rodean las noticias”; la “falta de esfuerzo para ratificar la veracidad de las noticias”; la “enorme irresponsabilidad” con la que se manejan los periodistas; las especulaciones que “se vuelcan como si fueran noticia”; y a veces “la mentira infame”. “Se le da crédito a Twitter, a cualquier medio extranjero, a cualquier bolazo que anda en la vuelta”, lamentó. Consideró que el anonimato “lleva a la insidia y a la siembra de 
desinformación y maldad”. “Éstas son cosas casi cotidianas a las que nos ha acostumbrado nuestra libertad de prensa. El supuesto periodismo independiente. Tenemos que reconocer también que estamos en una sociedad donde mucho se compra y mucho se vende. Nos preguntamos a veces si pasa lo mismo con la independencia”, manifestó.

Aplazado

La Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH) no había recibido hasta ayer el informe que solicitó al Ministerio de Industria y a Presidencia de la República para conocer las causas por las que se suspendió el llamado a nuevos operadores de televisión digital comercial. La INDDHH dio plazo al gobierno hasta el 28 de febrero para responder, pero éste solicitó una prórroga, y se le otorgó un nuevo plazo hasta el 14 de marzo. Ayer venció el nuevo plazo y la INDDHH no había sido informada sobre los motivos del gobierno para suspender el llamado. En el decreto de suspensión del 23 de enero el Ejecutivo alegó que algunos interesados habían solicitado más plazo, pero fuentes del gobierno informaron a la diaria que por motivos políticos no hay intención de habilitar la apertura de frecuencias para el ingreso de nuevos operadores. Si esta decisión se concreta, se incumplirá el decreto sobre televisión digital de mayo de 2012 y los canales privados actuales (4, 10 y 12) continuarán al menos hasta 2015 como únicos operadores en el sector comercial.