La idea es manejada desde hace algunos años en Crysol, la Asociación de Ex Pres@s Polític@s del Uruguay, para homenajear a todas las víctimas del Terrorismo de Estado. Hace algunos días la presentaron en la Mesa Política del Frente Amplio (FA), en una reunión con sus tres vicepresidentes, Ivonne Passada, Juan Castillo y Rafael Michelini, y el secretario Gerardo Rey. También lo hablaron con el canciller Luis Almagro y con autoridades de la Universidad de la República, entre ellos el decano de la Facultad de Humanidades, Álvaro Rico.

La propuesta, conversada también con parlamentarios, es decretar el próximo 27 de junio, en el que se cumplirán 40 años del golpe de Estado, como Día Nacional de la Memoria y feriado nacional no laborable. “Nos gustaría que fuera todos los años, pero sabemos los costos económicos que generan los feriados. Por lo menos en este 40º aniversario nos parece fundamental, vamos a empujar hasta último momento para ver si logramos sacarlo”, afirmó Baldemar Taroco, de Crysol.

La organización afirma que lo central del mensaje es que las víctimas del terrorismo de Estado “son importantes para el pueblo uruguayo y que no queremos que esto se vuelva a repetir”. “Tenemos miedo de que en todas estas actividades por los 40 años termine participando la misma gente que va siempre a estas cosas, que desde hace años tiene el tema asumido, queremos incorporar gente nueva a estas discusiones. Todo el mes hay actividades y nos parece bien. Cuanto más allá, mejor. Queremos el feriado no laborable porque es una forma de hacer participar a todo el pueblo uruguayo, activa o pasivamente, a todos los trabajadores”, afirmó Uberfil Martínez, también del grupo.

Con el PIT-CNT ya está acordado que el 27 de junio habrá un paro general parcial de 9.00 a 13.00 con una marcha por 18 de Julio. Además, Crysol viene pidiendo desde hace tres años que el edificio del Centro de Altos Estudios Naciones (Calen) sea otorgado a las organizaciones defensoras de los derechos humanos. También preparan un proyecto junto a escultores alemanes para realizar una obra vinculada a la temática de los derechos humanos, que ocuparía unos 100 metros cuadrados y se ubicaría en un lugar céntrico.

Los 40 años del golpe de Estado coinciden con un momento complejo. “Los pronunciamientos de la Suprema Corte de Justicia nos han pegado muy duro, en Crysol tenemos muchas denuncias presentadas. Siempre pensás que la víctima va a defender a las víctimas, y no a los victimarios. Han pasado 28 años desde que salió el último preso político y el desgaste es muy grande. Por el camino han quedado muchos compañeros”, dijo Nélida Chela Fontora. En Crysol recuerdan que aún no hay militares presos por tortura y que faltan soluciones reparatorias para ex presos acordes a la normativa internacional.

Unas preguntas

Baldemar Taroco (BT) integró el MLN-T y estuvo preso por su militancia en este grupo. Cayó detenido en 1974 y lo estuvo hasta que “apagaron la luz” del penal. Nélida Chela Fontora (CHF) es de Bella Unión, militó con los cañeros, también integró el MLN-T y estuvo 14 años presa. Uberfil Martínez (UM) estuvo detenido entre 1974 y 1978. Era obrero en FUNSA y militaba en el Partido Comunista Revolucionario.

-¿Para qué luchaban?

-CHF: Empezamos a luchar para cambiar una situación de injusticia que vivía el país. Vengo del norte y sé muy bien el hambre y la miseria que se vivían en aquellos años. Nos pagaban con bonos de papel, no conocíamos la plata. Todos nosotros pensábamos diferente respecto de cuáles eran las mejores vías para el cambio social. Pero coincidimos en algo: ninguno de nosotros merecía torturas, violaciones o asesinatos.

-BT: No fuimos “unos loquitos que salieron a tirar unos tiros”, como dijo Sanguinetti. Pertenecemos a una generación que quería cambiar la sociedad en serio. Queríamos cambiar el mundo, que hubiera perspectivas para las nuevas generaciones. Era un Uruguay que no mostraba perspectivas de futuro y eso obligaba a salir a dar la lucha. Dimos nuestras vidas convencidos de que estábamos haciendo las cosas necesarias para cambiar el mundo y seguimos pensando en esas utopías.

-UM: Era una generación con muchas esperanzas: que podíamos resolver los problemas del país, que íbamos a llegar a un país superior. Con el golpe se dio el proceso exactamente inverso.

-Hay una frase por ahí que dice que la utopía es el consuelo. ¿La comparten?

-BT: La utopía no es ningún consuelo. La utopía para nosotros sigue siendo cambiar el mundo y caminar hacia ese horizonte, como dice Galeano. Eso sigue vigente.

-EM: Una vez, cuando se caía todo, a Jaime Pérez le preguntaron: “¿Y ahora el partido qué va a hacer?”. Y él dijo: “Vamos a seguir bregando por el socialismo, si el pueblo uruguayo quiere”. Los ideales se mantienen siempre, pueden cambiar los métodos.

-CHF: Lo que hicimos nosotros también llega hasta nuestros nietos. Hoy luchamos por un nunca más al terrorismo de Estado, y es una lucha permanente. No sólo por los presos, sino por todos.