La entrevista con el embajador de Chile en Uruguay, Eduardo Contreras, que publicamos en la edición del miércoles 15 de octubre fue reproducida por medios chilenos y generó una polémica, mediática y diplomática.
A raíz de esa situación, el embajador dio a conocer esta tarde un comunicado en el que pide “sinceras disculpas” por las “molestias que involuntariamente se hayan podido ocasionar” con sus declaraciones (ver Palabras vienen).
Pero en lugar de finalizar el comunicado con esas disculpas, Contreras -o quien haya redactado ese mensaje- señala:
“He solicitado a ese medio periodístico (por la diaria) que reconozca y recoja las precisiones y rectificaciones a lo que efectivamente planteé en una conversación estrictamente privada con la periodista autora de la entrevista”.
No corresponde que reconozcamos o recojamos ninguna rectificación o precisión. La entrevista con Contreras se realizó el jueves 2 de octubre en la sede de la embajada chilena en Ciudad Vieja. La hicieron Marina González, periodista de la sección Internacional, y el fotógrafo Sandro Pereyra. Duró una hora y media, y se registró el audio con un grabador a la vista del embajador.
Contreras declaró todo lo que le atribuimos en ese artículo. Fue una típica entrevista periodística en la cual todos los participantes saben (y avalan) que todo lo dicho puede ser publicado; por lo tanto, no es correcto decir que se trató de una conversación privada.
El artículo sigue estando disponible, con todas sus letras, aquí.