El afiche: el rostro del actual y futuro ministro de Defensa Nacional, Eleuterio Fernández Huidobro. Mirada seria y barba blanca. Debajo de la foto, reza: “Otra Navidad con IMPUNIDAD”. Esos carteles se ven por todo Montevideo, y hacen referencia al comentario del ministro en los últimos días: irónicamente dijo que, si lo “autorizan a torturar”, capaz que consigue información sobre los desaparecidos durante la dictadura, en respuesta a la acusación de no colaborar con la Justicia en las investigaciones sobre abusos y violaciones de los derechos humanos, hecha por la directora del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), Madelón Aguerre.
Fernández Huidobro tiene un largo historial de dichos polémicos. En noviembre de 2008 recomendó a la población comprar armas de fuego y “contratar a alguien que le enseñe a usarlas”; en 2012 se refirió a Jesucristo como “ese flaco al que crucificaron por gil”, y en 2013 afirmó que el Partido de la Concertación es “sexo explícito” entre blancos y colorados. Pero su último comentario sobre el esclarecimiento de las violaciones a los derechos humanos en la dictadura le valió críticas inclusive desde el Frente Amplio.
El Partido Socialista y la Vertiente Artiguista rechazan sus dichos y solicitan su rectificación; el Partido Colorado y la agrupación Magnolia -que apoyó la candidatura de Constanza Moreira al Senado en las elecciones nacionales de octubre- piden su renuncia. A su vez, el Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) comunicó que la “permanencia [de Fernández Huidobro] en la citada cartera constituye un franco retroceso en la credibilidad del gobierno y en la continuidad en la instalación de una cultura en clave de derechos humanos que barra todo vestigio de impunidad”.
Fernández Huidobro dijo ayer que explicar sus dichos “sería como aclarar que el caballo que está en la plaza Independencia es de mentira, que no es de verdad”, y continuó: “Si ya tenemos que aclarar lo obvio, que ese caballo es una alegoría, es una obra de arte, que no anda, ni mea, ni caga, nada. Es un caballo de bronce”. Además, reiteró que Serpaj “está mintiendo”: “Fui clarito. Serpaj está mintiendo y nadie se expresó acerca de la veracidad o la mentira de lo dicho por Serpaj. Se han referido a temas laterales, pero no se han referido a si eso es cierto, que es un ataque al gobierno, porque es la política de todo el gobierno en derechos humanos”, apuntó.
Por otro lado, ayer varios actores de la sociedad civil expresaron su “repudio”: la central sindical PIT-CNT rechazó sus dichos “total y absolutamente”, porque consideró que “son contrarios a la lucha que las organizaciones populares [han] venido dando en todos estos años por la VERDAD, la JUSTICIA y la MEMORIA HISTÓRICA; sobre los crímenes cometidos por la dictadura contra [nuestro] pueblo”, y aclaran que tampoco comparten “su actuación ministerial al respecto”.
La Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH) manifestó “su preocupación” por las expresiones del ministro, porque entiende que “el tratamiento de asuntos de tan alta relevancia para la consolidación del Estado de Derecho en nuestro país exige de las autoridades públicas una actitud de respeto hacia la sensibilidad de víctimas, familiares y de amplios sectores de nuestra sociedad, a la vez que no deben arrojar dudas sobre la voluntad del Estado uruguayo de cumplir con sus obligaciones de investigar estos hechos y someter a la Justicia a sus eventuales responsables”.
Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos también apoya “la labor constante que ha asumido” Serpaj desde 1981 y defiende “sus opiniones sobre el triste (negativo) papel que ha jugado el Ministro de Defensa al frente de esa cartera, defendiendo a militares denunciados, acusados y condenados por gravísimos delitos de tortura, homicidio y desapariciones forzadas”. La agrupación “lamenta” que continúe en la cartera, y le preocupan “muy especialmente sus ‘conceptos’ sobre la tortura [...]. Es gravísimo que desde su cartera banalice y escude en meras palabras su poca voluntad política en la búsqueda de los archivos y testigos militares que colaboren con la verdad en la búsqueda de los desaparecidos; llegando a interferir en procedimientos judiciales, recusando fallos sin aportar datos que respalden su defensa, ni archivos imprescindibles que existen en su Ministerio, para avanzar en el conocimiento y accionar del terrible papel que jugaron las Fuerzas Armadas en ese período”. Asimismo, añaden que Fernández Huidobro “no cumplió con su promesa de tribunales de honor para los condenados por la Justicia por estos graves delitos, catalogados de lesa humanidad”.
En el mismo sentido, Amnistía Internacional Uruguay manifestó su “profunda preocupación”, y alegó que se “pone en discusión la seriedad y credibilidad del Serpaj, de sus integrantes y la de toda la sociedad civil uruguaya en tanto contralor del cumplimiento de las obligaciones contraídas por el Estado en la protección y defensa de los derechos humanos”.
Los gremios de la educación -la Asociación de Docentes de Educación Secundaria de Montevideo y la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria- y el PIT-CNT convocan a una manifestación frente al Ministerio de Defensa (8 de Octubre y Presidente Berro) el martes 30 a las 19.00 en repudio a las afirmaciones del ministro.
En la vereda de enfrente se expresó el coronel retirado José Carlos Araújo, quien integra el Foro Libertad y Concordia, agrupación de militares retirados que reivindica las violaciones a los derechos humanos de la última dictadura. Araújo dijo a Montevideo Portal que Fernández Huidobro es “sincero” en sus opiniones y aseguró que quienes lo critican “no aceptan que aquí hubo una guerra”.