El Programa de Culminación de Estudios Secundarios (Proces) de la Administración Nacional de Enseñanza Pública (ANEP) apunta a que funcionarios públicos de distintas dependencias que no hayan culminado la educación media puedan hacerlo. Inicialmente, en 2006, el programa estaba destinado únicamente a funcionarios de la Intendencia de Montevideo (IM), y en sus siguientes ediciones se fueron sumando otras instituciones públicas. En la entrega de diplomas a funcionarios que culminaron sus estudios, que se realizó ayer en la sala Azul de la IM, también estuvieron presentes autoridades del Ministerio de Educación y Cultura, la Universidad de la República (Udelar), Antel, el Banco de Previsión Social (BPS), el Ministerio de Defensa Nacional, la Administración Nacional de Correos y la propia ANEP.

Antes de la entrega esperada por decenas de funcionarios, las autoridades de varias de las instituciones que participaron en el programa hicieron uso de la palabra, principalmente con el fin de felicitar a sus funcionarios y agradecer a los docentes que estuvieron a cargo de los grupos. La intendenta Ana Olivera no pudo dejar de lado que es docente y aseguró que la educación pública uruguaya tiene muchas buenas noticias de este tipo, pero que la mayoría de las veces no representan una noticia para los medios de comunicación. En particular se refirió a Fernando de León, un funcionario de la IM que actualmente desempeña labores en el Municipio C, que gracias al Proces pudo aprobar de primero a sexto año de liceo, y del que valoró su esfuerzo por intentar mejorar como persona y como funcionario. En diálogo con la diaria, De León se mostró emocionado por haber culminado esta etapa de su vida, en un momento en el que no lo esperaba.

Aprendizajes

Según explicó, De León aprendió “mucho más que materias”, y recordó que el trabajo en grupos y con personas con las que no acostumbraba a frecuentar también le dejó muchas enseñanzas. “Te abre las puertas de todo. A mí me dio otra visión de todas las cosas, desde lo mínimo a lo más grande”, dijo. Además, comentó que en su trabajo el estudio le sirvió para poder apreciar, a partir de la ciencia y las técnicas, las cosas desde otro punto de vista. Al momento de recordar los principales apoyos para seguir adelante nombró principalmente a su familia y también a los profesores y “al sistema”, que “ayuda”.

El rector de la Udelar, Rodrigo Arocena, se refirió especialmente al rol que juegan las familias a la hora de que una persona abandone o no sus estudios. Según dijo, todos los estudiantes en algún momento analizan dejar sus estudios, y el apoyo que reciben de sus “familias, parejas y amigos” influye en 70 u 80% en la decisión final del estudiante. Además, Arocena aseguró que para que Uruguay tenga futuro todos sus habitantes deben hacerse a la idea de que es necesario “seguir aprendiendo siempre”, y salir de “esquemas rutinarios” que dicen que después de determinada etapa de la vida ya no pueden realizarse determinadas actividades.

Por su parte, el presidente del BPS, Ernesto Murro, habló de su satisfacción de contar con los primeros 45 egresados de la institución a la que dirige, a menos de un año de haber firmado el convenio para integrarse al programa. Según añadió, la iniciativa surgió después de una encuesta realizada a funcionarios del banco que relevó que 700 de ellos aún no habían finalizado la enseñanza secundaria.

Convivencia

Dos de los más jóvenes de los que recibieron su diploma dijeron a la diaria que ya estaban cursando una carrera en la Udelar. Diego Cantera y Marianne Espel son funcionarios de ANEP y están cursando la Facultad de Derecho y la Escuela de Nutrición, respectivamente, con resultados hasta el momento dispares. Mientras que Cantera afirmó que se adaptó bien al cambio gracias a las herramientas adquiridas en Proces, Espel dijo que tuvo dificultades de horario porque los cursos van de las 14.00 a las 20.00. Sin embargo, ambos coincidieron en que en su estadía en el programa no fue sencillo convivir con personas de distintas edades, pero aseguraron que compartir vínculos fuera del aula hizo que ese escollo se superara de forma más sencilla.

Mientras tanto, la directora de Secundaria, Celsa Puente, se dirigió principalmente a los docentes que participaron en la experiencia, a los que agradeció por su trabajo y su aporte a “una nueva forma de encarar la enseñanza”. Según dijo Puente, que meses atrás participó en la coordinación del programa, los docentes elaboraron estrategias propias para encarar cada uno de los grupos y las personas, tras muchas discusiones colectivas sobre la metodología a emplear.

En conversación con la diaria, Mariela, profesora de Matemática que participó en Proces, dijo que en sus seis años de trabajo la experiencia fue enriquecedora porque se trata de un “ida y vuelta”. Comentó que trabajar con gente adulta lleva a que también ella deba aprender sobre los distintos oficios de los estudiantes, y destacó la experiencia de trabajar con personas igual o más grandes que ella, que generó que tuviera que plantarse “de otra forma”. Principalmente la docente cree necesario que en el aula se genere un clima de confianza en el que docente y estudiante se sientan como pares, algo que, según su experiencia, lleva a que la gente se anime a preguntar y a destruir el mito del “yo no puedo ni nunca voy a poder”. La docente contó que ayer de tarde se acercaron tres de las egresadas y le comentaron que ayer mismo comenzaron clases de Idioma Español y Educación Cívica en el Instituto de Profesores Artigas.