El TISA surge a partir de una iniciativa de un grupo de países miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC), autodenominado Verdaderos Amigos de la Liberación del Comercio de Servicios, que propusieron generar un acuerdo en la materia por fuera del ámbito de la OMC, dado el estancamiento de las negociaciones de la Ronda de Doha.
Almagro enfatizó que las negociaciones en el TISA tienen como objetivo “establecer un régimen de comercio más amplio, flexible y predecible”, que sea “lo suficientemente claro para no impedir que cada gobierno ejerza su propia soberanía para regular ciertos sectores”. “De hecho, las disposiciones del acuerdo estarán sujetas a excepciones generales, a excepciones relativas a la seguridad y a excepciones prudenciales en el caso de los servicios financieros”, señaló Almagro.
El canciller sostuvo que la conveniencia del acuerdo para los intereses nacionales fue analizada en el ámbito de la Comisión Interministerial para Asuntos de Comercio Exterior (Ciacex). “Se consideró la incidencia de los servicios en el conjunto de la economía uruguaya y, en particular, en su comercio exterior, los efectos directos que puede llegar a tener el acuerdo en el comercio internacional de servicios, así como los efectos indirectos que puede generar en la negociación global final de la Ronda Doha de la OMC”, indicó el ministro. Señaló que se tuvo en cuenta el peso de los servicios en la economía uruguaya, que representan 54% de la producción nacional y 66% del valor agregado nacional. Las exportaciones de servicios crecieron a una tasa promedio anual mayor a 8% en los últimos cinco años. En 2013, las exportaciones por este concepto superaron los 3.200 millones de dólares, lo que representa aproximadamente 6% del Producto Interno Bruto de Uruguay.
La Ciacex concluyó que es “oportuno y conveniente ingresar a la negociación, para poder asumir un papel más directo en ella, incidir en sus resultados y, de esa manera, posicionar los intereses de Uruguay de la mejor forma posible”, declaró el canciller. Estas conclusiones se presentaron en un Consejo de Ministros en el que se resolvió la participación de Uruguay en el acuerdo. Almagro aclaró que la participación en las negociaciones es “voluntaria” y que cuando concluyan, “Uruguay puede aceptar o no la fórmula a la que se llegue”.
De todos modos, el ingreso de Uruguay al acuerdo aún no fue aceptado, aclaró el canciller. Cuando se acepte, se tomará conocimiento “del material de base sobre el cual se está negociando y de las respectivas ofertas”, y se estará “en condiciones de evaluar la conveniencia de entrar”. Uruguay podrá, además, incluir sectores que quieran proteger “en listas de excepción” y siempre tendrá la posibilidad de no aceptar “el paquete final” y no ratificar el acuerdo, aclaró Almagro. Finalmente, aseguró que el ingreso de Uruguay a estas negociaciones no implica un abandono del ámbito multilateral de la OMC.
In Luis we trust
En el Frente Amplio (FA) no se dispone aún de “toda la información” sobre el pedido de ingreso al TISA. El tema no se discutió en la coalición, aclaró a la diaria el asesor de la presidencia del FA en asuntos internacionales, José Bayardi. Los senadores Enrique Rubio y Alberto Couriel también se excusaron de opinar, por el mismo motivo. El senador comunista Eduardo Lorier dijo no tener información, pero aseguró que “confía” en Almagro y recordó que el canciller tuvo “una participación muy activa” en contra de la firma de un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, durante el gobierno de Tabaré Vázquez. Dijo que le preocupa, en cambio, que dirigentes frenteamplistas, como el vicepresidente Danilo Astori, estén proponiendo que Uruguay se integre como miembro pleno de la Alianza del Pacífico, iniciativa a la que calificó como un “operativo de Estados Unidos que busca contrarrestar el Mercosur”.
Una fuente del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) señaló a la diaria que la intención de integrar el país al TISA surgió de esa cartera y ahora está en la órbita del Ministerio de Relaciones Exteriores. La fuente del MEF dijo que aún no hay novedades respecto de la aceptación de la incorporación de Uruguay al acuerdo, pero apuntó que existiría “cierta reticencia” de Estados Unidos, dado que la solicitud de Uruguay se produjo inmediatamente después de la de China, algo que, indicó la fuente, no fue “intencional”.
Las negociaciones del TISA tienen lugar en Ginebra, con carácter secreto. Sin embargo, en junio WikiLeaks hizo público un borrador de acuerdo que abarcaba a 50 países y a la mayoría del comercio mundial de servicios. Según señaló este domingo Slavoj Žižek en el periódico inglés The Guardian, el borrador de acuerdo establece normas que favorecen la expansión de las multinacionales financieras, al impedir el establecimiento de mayores regulaciones a los servicios financieros. Žižek también sostiene que Estados Unidos está particularmente interesado en establecer intercambios de información financiera e información vinculada a las personas. El filósofo y sociólogo esloveno cuestiona en el artículo que “las decisiones económicas claves” sean negociadas “en secreto” y guiadas por “la norma del capital”. “De esta forma, el espacio para la toma de decisiones de los políticos electos democráticamente se ve severamente limitada”, advierte.