En la mañana de ayer y sin avisos previos, Uber anunció en su sitio web y en su cuenta de Twitter que a partir de las 15.00 comenzaría a funcionar su servicio: una aplicación de celular en la que los usuarios crean una cuenta -asociada a una tarjeta de crédito internacional-, solicitan un coche que arriba en minutos y, terminado el viaje, se debita el monto de la cuenta. En su web Uber explica que el pago mínimo es de 50 pesos, lo mismo que se cobra por la cancelación del servicio, y como ejemplos de tarifas indica que un viaje desde el Palacio Salvo a la terminal Tres Cruces cuesta entre 100 y 125 pesos, o que desde el Parque Rodó al shopping de Portones se cobra entre 185 y 235 pesos. La empresa no dio datos sobre los viajes realizados en las primeras horas de funcionamiento, pero según evaluó la gerenta de Comunicación de Uber para el Cono Sur, Soledad Lago, “la respuesta de la gente fue fantástica”. Lo mide en las repercusiones que generó la empresa en las redes sociales: ayer la etiqueta #UberUY fue trending topic, y recibieron “comentarios positivos” durante todo el día.
Otras repercusiones no fueron tan amistosas. La primera provino de la Gremial Única del Taxi, que se reunió en asamblea en la tarde. En un comunicado, la gremial compara a Uber con la tabacalera Philip Morris, que está en juicio con el Estado uruguayo. Asegura que la empresa comenzó sus actividades de forma “ilegal y prepotente”, y que no cumplió con su compromiso de no innovar hasta tanto no haya una habilitación de la Intendencia de Montevideo (IM). “En una actitud claramente imperialista y de conquista, iniciaron una actividad sin respetar las normas”, afirma.
De todas formas, la gremial que dirige Óscar Dourado intenta no dañar su imagen. Resolvió no hacer movilizaciones ni paros por este tema -“el gremio no va a responder a las provocaciones de esta empresa que lo que busca es la violencia y el enfrentamiento entre hermanos uruguayos”, aclaró- y anunció algunos cambios en el servicio; por ejemplo, la eliminación de la mampara: “El intendente nos propuso que podamos eliminarla en forma acordada, sustituyéndola por medios de pago electrónicos y la disminución fuerte del efectivo”, dijo Dourado. La gremial reclama la actuación de oficio de todos los organismos del gobierno nacional y, en concreto, pide que se impida la señal de la aplicación.
La Asociación Sindical de Cooperativistas y Obreros del Transporte también se pronunció en contra de la empresa. En un comunicado alertó que si hoy se constata actividad de Uber, “tomaremos las medidas que entendamos necesarias en salvaguarda de la normativa vigente y en defensa de los puestos de trabajo”.
Al margen
Las autoridades de la IM se reunieron al mediodía para analizar la situación. En un comunicado divulgado más tarde, la comuna señala que Uber le avisó el miércoles que comenzaría a funcionar ayer, y recuerda que el Digesto Departamental establece la prohibición de “efectuar transporte de pasajeros mediante pago de retribución en vehículos no autorizados por la División de Tránsito y Transporte”. Además, indica que en la reunión que mantuvieron representantes de la empresa y el intendente Daniel Martínez se entregó a las autoridades “folletos explicativos e informaciones de prensa internacionales, sin una propuesta concreta”, y que de la documentación “no surgen elementos que permitan realizar un estudio serio de una actividad a desarrollar”. La comuna advertía que si comenzaba la actividad “sin que medie una autorización expresa, se incurrirá en un incumplimiento de la normativa vigente, pasible de las sanciones respectivas sin perjuicio de otras acciones civiles y/o penales”. “En Uruguay, por suerte, hay normas; no cualquiera puede transportar personas ajenas de cualquier manera”, dijo el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, quien recordó que en los próximos días el grupo creado por el Poder Ejecutivo comenzará a trabajar para analizar la situación.
Fuentes de la comuna indicaron que hasta el mediodía de hoy se esperará una respuesta de la empresa, y que luego analizarán los pasos a seguir. Las sanciones o multas, según el Digesto, corresponden a los conductores. Lago, por su parte, explicó que comenzaron a funcionar sin habilitación, pensando que “la discusión va a ser mucho más productiva con la aplicación funcionando” y con el objetivo de que se generen espacios de diálogo con las autoridades, “que se cristalicen en regulaciones de vanguardia”. Hubo miles de personas que se postularon para ser conductores de Uber y cientos que hicieron las capacitaciones (no se exige libreta de conducir profesional); sobre el respaldo que se les dará ante eventuales multas, Lago se limitó a decir que “cuentan con todo nuestro apoyo ante eventualidades o emergencias”.