El sábado una mujer fue asesinada por su ex pareja en Salinas, Canelones. Es el 24º femicidio en lo que va del año según las cifras del Ministerio del Interior; la número 29 según la organización Mujeres de Negro y la número 35 según la Coordinadora de Feminismos de Uruguay. Los datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) indican que Uruguay lidera el índice de homicidios de mujeres por violencia doméstica.
Según informó la Jefatura de Policía de Canelones a Montevideo Portal, la mujer, de 46 años y madre de dos hijos, fue asesinada mediante 14 puñaladas con un cuchillo de cocina. Fue trasladada a un centro asistencial, pero falleció poco después. El hombre, de 44 años, permaneció frente a la vivienda, con el cuchillo, hasta que llegó la Policía. Fue trasladado y juzgado en Atlántida, procesado con prisión por el delito de homicidio especialmente agravado. Según informó Subrayado, la mujer ya había denunciado al que a la postre sería su asesino, como sucede en 17% de los casos. Por otro lado, uno de los hijos de la víctima es futbolista de las divisiones formativas del Club Nacional de Fútbol. El Consejo Juvenil de la Asociación Uruguaya de Fútbol decidió suspender los partidos de sub 14 y sub 15 previstos para ayer entre Nacional y Racing.
En el mes de la Lucha contra la Violencia hacia las Mujeres, el gobierno inauguró el viernes el Museo de la Violencia de Género en el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) para concientizar a la población y sumar acciones para erradicar la violencia machista. Según explicó la ministra María Julia Muñoz, el museo va de la mano con la idea de que la violencia de género “sea una situación del pasado”.
La muestra itinerante del museo se llevará a los Centros MEC de todo el país y consta de 14 objetos que representan diversas formas de violencia de género: doméstica, psicológica o emocional, física, ambiental o social, patrimonial, sexual. También se incluyó la trata de mujeres con fines de explotación sexual, el acoso callejero, la discriminación laboral de género, la socialización de género basada en estereotipos, el acoso sexual laboral y en la relación docente-estudiante, la violencia en el noviazgo, la cosificación del cuerpo de la mujer y los ideales de belleza. Al respecto la directora del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) del Ministerio de Desarrollo Social, Mariella Mazzotti, dijo que, por un lado, hay que “promover el cambio en la educación formal e informal”, y, por otro, se necesita del “compromiso de los medios de comunicación” para superar el contenido de algunos programas y publicidades “que muestran a la mujer como objeto sexual, en tareas domésticas o responsables de los cuidados”, y a los varones con una “autoestima” cuyo valor se funda en “la fuerza, por imponerse”. Mazzotti aseguró que “si hacemos una revisión profunda, todos internamente tenemos resistencias para promover los cambios culturales que necesitamos para evitar la violencia de género”, dijo, en alusión al sistema político, judicial, de gobierno, educativo, y la cotidianidad de las actividades que realizamos como sociedad. “Es importante reconocer esas influencias y avanzar en el camino del cambio”, afirmó.
La ministra sostuvo que hay que mirar la muestra “con detenimiento, porque nos da para pensar todo lo que debemos cambiar [para ayudarnos] a tener una mirada diferente sobre las políticas de género y la violencia de género”. En ese sentido, dijo que “tratar la violencia de género es una necesidad del país, de la humanidad y de la sociedad en su conjunto”, aunque sea “clamor” de las mujeres. “Los varones tienen que acompañar la lucha”, porque implica ir “contra la violencia en general” y aprender a “solucionar los conflictos de forma pacífica y argumental”. Aseguró que la violencia de género es “una catástrofe mundial y nacional”. Por otro lado, afirmó que es “realmente importante incluir la figura del femicidio en el Código Penal y aumentar las penas. “Las penas a veces son muy breves, y se piensa que la mujer es un objeto de posesión de un hombre; en realidad, tiene que haber penas mayores”, aseguró.