Después de seis meses de silencio, Raúl Sendic, vicepresidente de la República y titular de ANCAP entre 2008 y 2013, decidió hablar. Lo hizo en una conferencia de prensa tras comparecer ante la comisión parlamentaria que investiga la situación económica del ente, parado ante un atril, acompañado por los senadores de su sector -Compromiso Frenteamplista- y por el senador del MPP Ernesto Agazzi, que se sumó a último momento. En ese ámbito, Sendic hizo público lo que había expresado puertas adentro de la comisión: que la principal razón del déficit y la pérdida patrimonial de ANCAP fue la decisión del Poder Ejecutivo y en particular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) del período pasado de no reconocer en las tarifas de los combustibles una serie de aumentos en los costos que tuvo la empresa, básicamente en el área de distribución.

Presentó documentación para probar que este aumento de costos asciende a 800 millones de dólares en cinco años, y señaló que esto fue reconocido por el propio equipo económico, encabezado por el ministro Danilo Astori, en la investigadora. “Aquí vino el equipo económico y no mintió, [dijo que] hubo 800 millones de dólares que no se habían reconocido, en cinco años”, afirmó Sendic. “No hay gestión que pueda resolver una reducción de ingresos” de ese calibre, sostuvo.

Ese aumento de costos se debió a dos factores, según explicó el vicepresidente. En primer lugar, a que en 2010 “hubo necesidad de reconocer el acuerdo salarial de los estacioneros del país con los 8.000 trabajadores de las estaciones de servicio”, que significó un aumento del salario mínimo de 4.000 a 10.000 pesos. “Esa diferencia salarial debía ser reconocida en la paramétrica”, sostuvo Sendic. El ex presidente de ANCAP mencionó además un dictamen del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social que estableció que las estaciones debían regirse por el convenio del comercio y no por el de industria; esto implicó que los trabajadores pasaran de un régimen de 48 a 44 horas semanales, lo que aumentó la cantidad de horas extras. Todos estos costos “nunca fueron reconocidos por el MEF y por el Poder Ejecutivo a la hora de fijar los precios de los combustibles”, insistió Sendic. Contó que presentó en comisión un correo electrónico que intercambió en 2011 con el equipo económico que prueba que éste estaba al tanto de la situación de ANCAP, y aseguró que en ningún momento desde el equipo económico se le dijo que ANCAP estuviera “fuera de control”.

En segundo lugar, Sendic hizo notar que la ley de presupuesto de 2005 obligó a ANCAP a incorporar a su planilla a todos los trabajadores que se desempeñaban desde hacía más de cinco años en la empresa, lo que sumado al aumento de la masa salarial (de 37%, cuando el promedio de las empresas públicas fue de 35%) generó un incremento total de la masa salarial de 50%.

El aumento de los costos de la empresa por estos conceptos fue de 800 millones de dólares en cinco años, que “nunca se pudieron incorporar en las tarifas de los combustibles”, y frente a eso “no hay una empresa, no en Uruguay sino en América Latina, que lo pueda resistir”, manifestó Sendic. Aclaró que no estaba cuestionando “la decisión del equipo económico de que esos costos no se integraran”. “Lo que estoy diciendo es que esos costos existieron, y que había que buscar una solución, porque la empresa tenía el compromiso legal de pagarles el salario a los pisteros de las estaciones, y todos esos elementos no se reconocieron”, remarcó.

Sendic fue consultado, en comisión y en la conferencia, sobre algunos cuestionamientos puntuales a la gestión de ANCAP. Respecto del costo de la fiesta de inauguración de la planta desulfurizadora, de aproximadamente 370.000 dólares, reconoció que le parece “alto”, pero remarcó que no fue “una fiesta” sino “una inauguración”, con la presencia de dos mandatarios extranjeros y 2.000 invitados. En comisión, Sendic dijo además que él no estaba al tanto de los costos porque eso lo manejaba la gerencia de Relaciones Institucionales. Por otra parte, presentó una carta de la petrolera venezolana PDVSA firmada por su gerente general que prueba que fue esta empresa la que acordó la intermediación de Exor para que ANCAP saldara su deuda con PDVSA, otro de los puntos en discusión en la investigadora, porque luego Exor fue excluida del negocio e inició un juicio contra ANCAP. Respecto de las pérdidas en el negocio del pórtland, Sendic señaló que “poco a poco” se nota un aumento del volumen de producción y la baja de los costos de producción, y agregó que el año próximo se estaría llegando al punto de equilibrio. Por otra parte, remarcó que nunca recibió “la orden de [José] Mujica de invertir todo lo que quisiéramos” en ANCAP.

Compañeros

Sendic hizo notar que ANCAP transfirió en los últimos tres años 2.500 millones de dólares a Rentas Generales. Afirmó que “se ha pretendido” ponerlo “en contradicción con el equipo económico” y que esa contradicción no existe. “Teníamos y tenemos necesidad de decir nuestra verdad. No tenemos contradicción con el equipo económico porque es conducido por compañeros que son parte de mi fuerza política y de mi gobierno, y tengo ámbitos con ellos para resolver las diferencias y las dificultades”, sostuvo. Eligió cuestionar a “legisladores de la oposición” que “han generado un daño enorme a ANCAP y al país pretendiendo hacernos daño a nosotros”.

En cambio, aseguró que siente el respaldo del Frente Amplio y contó que en la mañana de ayer lo llamó el presidente Tabaré Vázquez para decirle que “estuviera tranquilo, que tuviera fuerza, que presentara los números con toda tranquilidad, que no me enojara y que no entrara en ningún tipo de provocación”.

El senador nacionalista Álvaro Delgado y el colorado Pedro Bordaberry, en diálogo con la prensa, hicieron hincapié en las diferencias entre el equipo económico y Sendic. “Acá falta mucha autocrítica de todo el gobierno. Astori dice que la culpa es de Sendic, Sendic dice que nunca le dijeron que las empresas públicas estaban fuera de control y que todos sabían la situación en la que estaba ANCAP. Lo que está claro es que nadie discute la situación de colapso económico y financiero que tiene ANCAP”, manifestó Delgado. En el mismo sentido, Bordaberry concluyó que “hay un poco [de culpa] de los dos lados”, que “es todo el gobierno del FA el que generó esta situación” y que con “la principal empresa del país al borde de la quiebra” los problemas de gestión “no los discute nadie”.