La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, viajó por primera vez desde que asumió su segundo mandato a la región de La Araucanía, donde se reunió con representantes de las víctimas de acciones violentas en el marco del conflicto mapuche y se comprometió a establecer una mesa de trabajo para el desarrollo de la zona, que es una de las más pobres y marginales del país. Bachelet había sido criticada por su ausencia en la región en la que tiene lugar este conflicto, que está instalado en Chile hace más de un siglo.

Tras recorrer distintas zonas, Bachelet dijo que es “responsabilidad” del Estado poner en marcha medidas “de corto, mediano y largo plazo” para el desarrollo integral de “la región más pobre de Chile”, donde muchas de las víctimas de la “violencia rural” son de la etnia mapuche. “La situación que se vive aquí no partió ayer, partió hace tiempo, pero los gobiernos y el Estado de Chile han tenido una deuda histórica”, afirmó a la salida de la intendencia de Temuco, la capital regional, donde se reunió con víctimas de violencia en la zona. Allí se registraron en los últimos años ataques incendiarios que causaron la muerte de varios agricultores y policías.

La presidenta planteó su compromiso de establecer una mesa de trabajo “de amplia participación, donde también se puedan desarrollar propuestas específicas” que surjan de la población, no sólo de su gobierno. “Uno conoce las situaciones, las puede ver en los diarios, pero es muy distinto estar con las víctimas directamente”, agregó.

El conflicto de los mapuches tiene su origen en la demanda de tierras que consideran suyas desde tiempos ancestrales, pero que están en manos de empresas agrícolas o forestales. La puja entre unos y otros causó, y sigue causando, acciones violentas, por las que varias decenas de mapuches fueron procesados y condenados. Mientras los empresarios de la zona exigen al gobierno “mano dura”, los grupos mapuches más radicales arriesgan todo para lograr constituir una nación propia. Sin embargo, las partes no están satisfechas con las respuestas del gobierno, y el conflicto parece interminable.

Mientras Bachelet hablaba en la intendencia de Temuco, Francisca Linconao Huircapan, la curandera mapuche de la zona, transmitió su molestia por la sorpresiva visita de la mandataria. “Nos molesta que haya venido sin avisar y sin darnos espacio para una audiencia”, aseguró quien encabeza la demanda de la comunidad para que les sean devueltas sus tierras, según informó el diario argentino Página 12. La presidenta le respondió y explicó que la falta de anuncios de su viaje se debió a que fue decidido cuatro días antes. “Nunca estuvo pensada una reunión con todas las víctimas, es imposible, tendría que estar muchos días escuchando sus testimonios”, agregó. La líder mapuche replicó: “Así como nosotros la apoyamos en su mandato, esperamos que cumpla sus promesas”.

El inesperado viaje de la mandataria también sorprendió a la Asociación de Municipalidades con Alcaldes Mapuches (Amcam), que criticó en un comunicado el “amplio despliegue bajo estrictas medidas de seguridad y secretismo” por parte de la jefa de gobierno, que “no contribuye al clima de diálogo, puesto que finalmente se termina distrayendo la atención de los temas de fondo de la región”. Además, la Amcam reiteró que la solución del conflicto tiene que surgir “de una decisión política del Estado”, en el marco de un “proceso franco, abierto y participativo de todos los sectores y principalmente del pueblo mapuche”. Y apuntó: “No podemos, como país, seguir escondiendo este problema bajo la alfombra con indefiniciones y eufemismos que conducen al inmovilismo político”.

El que también habló fue Aucan Huilcaman, el líder del Consejo de Todas las Tierras, una organización mapuche que desde los años 90 trabaja por la recuperación de tierras ancestrales. “La presidenta no ha anunciado nada significativo, al contrario, con su manera de actuar engaña al país y aumentan las confrontaciones en La Araucanía”, dijo, según citó el diario chileno La Nación. Agregó que al reunirse sólo con los afectados por los ataques incendiarios la mandataria “no hace más” que “intentar ocultar la verdad histórica e imponer versiones parcializadas de lo que sucede en La Araucanía”, y lamentó que “haya dejado al margen a las verdaderas víctimas de los actos de violencia y usurpación territorial en contra del pueblo mapuche cometidos por el Estado chileno”.

Al final del texto, el dirigente exhorta a la presidenta a crear una Comisión de Esclarecimiento Histórico de La Araucanía con el fin de “establecer la verdad y la justicia”.